Éxtasis [Jeon JungKook] [+18]

Capítulo 37

"El joven empresario de 25 años Jeon Jungkook, hijo del reconocido dueño de la compañía Haewon, en estos momentos está siendo trasladado hacia el Hospital. Tras haber sufrido un severo accidente de tránsito. El servicio de tráfico de la ciudad informó de que aún se desconocían las causas del accidente, registrado sobre las diez de la mañana del día de hoy, en el punto kilométrico 7 de la autopista. En la colisión murió la conductora de uno de los vehículos implicados, y el resto de las personas están siendo trasladadas hacia el centro de salud más cercano"

Ese fue el reportaje de la periodista que hizo que me levantara de la silla como alma que lleva el diablo, temblando y con el corazón latiendo a toda pastilla. Fue una sensación horrible, un trago amargo y ácido que me removió las entrañas. Todavía no me podía creer que JungKook haya resultado herido de esa forma.

Han pasado cuatro putos días, y aún no me lo creo. Me largo de la cafetería, porque no puedo siquiera estar alejada de la Unidad de Cuidados Intensivos. Estoy de los nervios, tengo el estómago cerrado, hace casi cuatro días que no he comido algo con las suficientes calorías, para darme energía pero la comida no me pasa. Me he podido mover muy poquito del puto hospital, porque estoy  preocupada por el estado de Jungkook, que cada vez es peor. No ha salido del coma después de haber sido sometido a una cirugía.

Aún recuerdo que prácticamente llegó muerto al Hospital y eso me desgarró el alma. Por suerte las maniobras de reanimación surtieron efecto, pero igual su condición era crítica y lo sigue siendo. No puedo dejar de pensar en lo culpable que me siento por haberle dado esa noticia por teléfono, pero estaba tan preocupada en ese entonces que ni siquiera lo pensé.

Ahora estoy sentada en la sala de espera con el quinto vaso de café que me tomo al día en la mano, esperando que el médico aparezca con alguna buena noticia, cosa que sé que va a ser difícil. Frente a mí se encuentra el padre de Jungkook con su aspecto impoluto, porque él ha hecho de todo menos estar aquí para su hijo. Del otro lado está su abuela preocupada y llorando. Y sé que fuera está la que dice ser su madre, porque tiene prohibida la entrada al Hospital.  Quisiera  gritarle a esa mujer un millón de cosas por haber desaparecido y aparecido en la vida del hombre que amo así tan repentinamente, después de tantos años. ¿Por qué regresó ahora? ¿Qué sentido tiene retornar ahora después de haber estado toda una vida fuera?

—¿Familiares de Jeon?—pregunta el doctor y todos vamos prácticamente corriendo a donde se encuentra él con su impoluta bata blanca.

—Me gustaría daros buenas noticias, pero lamentablemente os informo que el paciente Jeon continúa grave con peligro inminente para la vida. Hemos hecho todo lo posible para estabilizarlo y se ha usado todos los medicamentos necesarios, pero la respuesta de su organismo continúa siendo poca.

—¿Cómo que poca? Si mi nieto es muy fuerte.

—Lo lamento mucho señora. Haremos todo lo que esté en nuestras manos, aun así preparaos para lo peor.

Esa simple frase destroza mi corazón en millones de pedazos, pierdo la fuerza, las ganas de sostenerme, las ganas de respirar… Pierdo todo. No lo puedo perder a él también, no me lo voy a permitir nunca en mi vida. No puedo. Ignoro los gritos e insultos del padre de Jungkook hacia el médico  para dejarme caer en uno de los asientos.

«Esto no puede estar sucediendo. Tiene que ser una puta pesadilla».

No sé en qué momento aparece la piruja de su mujer, pero lo noto rápidamente porque lo primero que hace es gritarme directamente a mí, tal y como le gusta hacer. No importa que se encuentre en un Hospital, en un área donde se encuentran pacientes graves cerca.

—¡Mal nacida, asquerosa, yonki de mierda! Si no hubieses aparecido en su puta vida nada de esto hubiera pasado!—Me insulta ella, y como estoy con mi mecanismo de defensa demasiado bajo no le respondo nada—. ¡Lárgate de aquí! Tú no eres familia, ¡tú no eres nada! Vete a la alcantarilla donde deberías estar rata asquerosa.