❝ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ ᴄɪɴᴄᴏ❞

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El teléfono sonó
Una
Dos
Tres
Incluso cuatro veces hasta que Argentina por fin optó por contestar.

No lo culpen, eran apenas las 7 de la mañana.

Vió rápidamente el nombre del contacto de la persona que le estaba llamando.

- Buenos días Brasil -. Contesto somnoliento el chico mientras se tallaba delicadamente los ojos.

- Buenos días Argentina, te hablo por qué necesito que me hagas un favor -. Dijo el chico al otro lado de la línea directamente.

- Dale, ¿Qué necesitas pibe?-.

[....]

- ¿Si crees poder ayudarme? -. Pregunto del otro lado de la línea con nerviosismo.

- Aver si entiendo Brasil, ¿Quieres que te vaya a ayudar a recoger la discoteca porque va a haber una fiesta de despedida por qué la van a cerrar? -. Pregunto incrédulo el chico.

- Exactamente -.

- Tengo dos preguntas... ¿¡Por qué la van a cerrar!? Y segundo, ¿¡Por qué tienes que ir a acomodarla tú!? -.

- Si bueno, ¿Alguna vez te conté que el dueño es mi padre?... -.

Bien, el argentino se había quedado sin palabras ante esa confesión, por lo que el brasileño soltó unas pequeñas risas y continuo con su explicar.

- Bueno, mi padre le ofrecieron un gran "terreno" en el cuál se va a abrir otra discoteca, por lo que cerrará la que tiene aquí y nos mudaremos en donde está la otra discoteca -.

- Espera, ¿¡Te vas a ir!? -.

- Si, perdón por no haber dicho, pero me voy dentro de una semana, México también viene conmigo, mi padre le ofreció trabajo en la nueva discoteca -. Contesto con una leve melancolía el chico al otro lado de la línea.

- Okey, entonces cuenta con mi apoyo en la discoteca -.

- ¡Gracias!, Por cierto, también dile a Perú de la fiesta que abra de despedida, yo ya se lo había comentado pero no quita nada que tú se lo vuelvas a decir, será bueno ver a los dos ahí -.

El argentino al escuchar eso sintió un gran hueco en su estómago, sabía que le tenía que comentar a Brasil sobre el tiempo que se estaba dando con Perú.

- Y-yo...Bueno digamos que me pelé con Perú y-. El chico no pudo terminar su oración, pues el otro chico le interrumpió abruptamente.

- ¿¡Qué¡? ¿¡Por qué¡? Ai meu santo deus! (Dios mío santo)-. Tanta fue la sorpresa del chico que incluso grito en su idioma natal. ¿Qué había sucedido entre ellos dos? Se preguntaba mentalmente.

- Yo... -. El argentino suspiro, tal vez era hora de que saque un poco de lo que tiene adentro.

Gran error.

- No sea si todavía la amo, se lo comente y le pedí distancia-. Nuevamente fue interrumpido.

- ¿¡Qué¡? ¿A qué te refieres Argentina? ¿Cómo que no sabes si la amas? -. Pregunto un poco exaltado el brasileño.

- ¡No le sé,si! Yo...creo que me enamoré de otra persona -. Y pese a que no era el mejor momento, el chico no pudo evitar soltar una pequeña sonrisa al pensar en el chileno.

❝Clóset❞ ↠Countryhumans↞Where stories live. Discover now