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Joss Pierce

Después de lo que acabo de escuchar, no sé qué pensar ¿Aiden tendrá razón?. Vamos Josselyn, el siempre quiere joderte, pero... Evan no negaba nada, ¿que era eso que hizo que es tan grave? ¿Debería yo reclamarle algo?.

Por supuesto que no.

Mi cabeza aún no procesa la situación.

—Debemos volver —Aiden habló—, ya estuvimos mucho tiempo fuera.

Y es ahí entonces cuando me despegue de la puerta y corrí como si mi vida dependiera de ello, corrí y corrí hasta llegar a un pasillo solo recargándome a la pared y tomar aire.

Segundos después salí de ese pasillo, no camine ni tres pasos cuando choque con uno de ellos.

—¿Joss?, que haces aquí.

—Yo... Conocía un poco tu casa —No pude evitar ponerme nerviosa.

—¿Ah si? —Aiden fijó su mirada a la mía.

Ahora mismo, no podía verlo ni en pintura, lo detestaba aun más y solo quería desquitarme, pero sabía que debía ser más inteligente.

—Si, ya me iba —Traté de irme pero el no me dejo tomandome del brazo.

—Oh, ¿que no querías nuggets?.

Lo miré de reojo apretando la mandíbula, no puedo creer que después de lo que dijo ahí en ese cuarto, venga a atreverse a decir eso, que claro la propuesta era tentadora, pero esta vez tenía que pensar con la cabeza fría e irme.

—Ve tu, yo ya me voy —Me limité a responder dejando a Aiden ahí en el pasillo.

En estos momentos yo no tenía otro pensamiento más, que lo que había escuchado, me daba curiosidad del por que la rivalidad entre ellos dos, por que se le acusaba a Evan de haber hecho algo muy malo. Por otro lado, Aiden y yo jamás tendremos una relación de amigos, ni siquiera una relación de conocidos buena onda, de mi parte no.

Jamás había sentido tanto rencor hacia una persona.

—Joss, ¿donde estabas? —Max se acercó a mí con una mirada preocupada.

—Por ahí.

—¿Por ahí? Tu madre está aquí recuerda, te está buscando

Ese foquito de consciencia prendió de nuevo en mi, claro, mi madre, por un momento se me olvido que estaba en el mismo lugar que ella, y si, ¿Me vio bailar con Aiden?.

Sería el fin para mi.

—¿Y que dice?.

—Solo, que le avisarías cuando te fueras, que ella iría tarde.

Que raro.

—Okey —Me quede pensativa— ya me quiero ir, ¿vienes?.

—¿Tan temprano? La fiesta apenas comienza joss —Max parecía emocionada.

—Quedate tu —La animé— yo ya debo irme —Dije sin ánimo.

En El Siguiente Verano [#1] [1ra Edicion]Where stories live. Discover now