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Habían muchas que quería decir, la verdad era que había estado pensando demasiado los últimos dias, las últimas semanas, pensamientos que le llegaban en la cocina, en la amplia sala ahora mucho más silenciosa, durmiendo ahora sobre el antiguo colchón del rubio y no más en el piso. Ya no había una radio encendida todo el tiempo, ya no oía el tintineo delicado de la cuchara chocando con la frágil cerámica de las tazas de té ni tampoco el sonido de pasos vagos rondando por el dormitorio.

Tenía lo que había querido desde el inicio, un dormitorio para él y su privacidad, alejado de ruidos molestos y en un piso tranquilo que le permitía concentrarse en sus estudios, sin aquella voz burlona haciendo eco entre las paredes blancas, soltando comentarios mordaces y tonteando con cosas que... ah.

La habitación nº 100 era suya, solo suya y la única evidencia de que aquel sagaz rubio antes hubiera vivido allí solo era aquella placa con su nombre sobre la puerta principal y el aroma a su perfume que aún quedaba en su cama.

Y se sentía jodidamente solitario.

Aun a pesar de que Denki se pasaba por el dormitorio casi todos los dias junto a su... algo; Todoroki. No estaba seguro de que tipo de relación mantenían aquellos dos, pero algo extraño tenían que le resultaba estúpidamente obvio, sobre todo por que Denki era demasiado idiota— más de lo habitual— cuando trataba de ocultar algo, por el contrario de aquel bicolor que se la pasaba muy sereno y tranquilo la mayor parte del tiempo, del cual se había enterado hace poco que este ya conocía la condición de Neito ya que se había sido el compañero de piso de Neito el mismo año que empezó a perder la vista.

Ya no habían más noches con charlas que sinceramente no iban a ningún lado, mientras miraban el techo en cambio ahora solo había una espesa oscuridad y silencio que lo hacía sentirse ahogado, podía decir que no estaba triste, tampoco estaba molesto, para nada, sabía que el rubio estaba en absolutamente todo su derecho e incluso Pony termino aceptando la decisión de su hermano, de mala gana, pero lo hizo. Con respecto a Pony, seguían cruzándose a veces en la universidad, pero no era como si pudiesen detenerse a charlar, tal vez porque no había tiempo, tal vez que se sentiría incomodo o tal vez porque Hitoshi sentía que alguna parte de ella todavía resentía todo lo sucedido, probablemente porque Neito la había encarado, tal como lo hizo con Kendo pero a diferencia de la chica de ojos verdes, no podía evitar a su hermana ni pedirle espacio porque era la única ayuda que podía recibir incluso si no le gustaba y mucho más porque la rubia era realmente terca.

Debido a todo eso nunca había tenido la oportunidad de hablarle y ofrecerle su ayuda a la chica, aunque aceptaba que una parte de él no sabía cómo hacerlo, como acercarse y pedirle la dirección del nuevo lugar donde Neito vivía, temía el rechazo de la chica o más aun, temía oír algo de parte de Neito que no le agrade y eso le hace sentir tan torpe y estúpido como al principio, cuando lo acababa de conocer.

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• T R A Y E C T O • [ × ShinMono.× ]Where stories live. Discover now