This is (not) our baby || (Adaptación Brittana)

Epílogo.

Tres años más tarde.

Santana Pov.

Hoy era un día especial para todos, aunque especialmente para la pequeña Marley. Todo esto era así excepto lo de pequeña, pues ya tenía 9 años.

Era increíble lo rápido que podía pasar el tiempo a veces, sin apenas darnos cuenta. Hace 9 años la llegada de dos personas a mi vida me cambiaron por completo. En ese momento no supe todo lo que iban a significar para mí esos dos extraños, una chica malhumorada y un bebé. La sorpresa que me llevé al enamorarme de la chica de cabello rubio  y ojos color azul no me la podía quitar nadie. ¿Y el bebé? ¿Quién me diría a mí que me iba a convertir en su madre?

Habíamos tenido muchos altibajos, idas y venidas, separaciones. Queríamos ser inseparables, pero siendo constantemente separados, aunque ya nunca más. Desde aquel día en que Lydia fue al aeropuerto a buscarme, no nos habíamos separado, ni lo íbamos a hacer.

— Mami, estás lista?

Dirigí mi mirada a Marley, para asentir con la cabeza. Sin embargo, no me moví del sitio y miré hacia las escaleras, donde aún no había movimiento.

—Brittany, Marley se está impacientando—Me vi obligada a meter presión, ya que conociendo a Brittany, estaría aún arreglándose.

— ¡Ya termino!

A los dos minutos, apareció Brittany por las escaleras, completamente arreglada y con Jake en brazos, también arreglado.

— ¿Cómo está el principito? —pregunté dando un beso en la cabeza a Jake.

—Algo cansado, aunque no sé si allí podrá dormir mucho—respondió Brittany.

—Claro que podrá, mamá se encargará de eso—dije con una amplia sonrisa, para coger a el pequeño entre mis brazos, con cuidado.

—Siempre te dije que serías una gran madre y no me equivoqué—Brittany  sonreía orgullosa, mientras nos miraba a Jake y a mí.

— ¿Y de tu mujer como soy?

—No lo sé, tan sólo llevamos dos meses casadas, no me has dado tiempo a asimilarlo.

Sin pensarlo, me acerqué a dar un beso en los labios a mi ya mujer.

— ¡Vamos o llegaremos tarde a mi primer partido!

—Hijos, te sacarán los ojos— dije sarcástica, para salir de casa. Dejé la puerta abierta para que saliese Brittany—. ¿Lista, Brittany Lopez?

—No me lo recuerdes. Me he ido a casar con la persona con un apellido y nombre raro.

—Pero me amas—sonreí, y aunque ella rodó los ojos, supe lo que iba a responder.

—Y tanto—suspiró, aunque sonreía igual que yo—. Vamos, no queremos que Marley nos llame la atención de nuevo, ¿no?

—No, no queremos. Brittany—la llamé, antes de que montase en el coche—, yo también te quiero.

...

Marley Pov.

Bajé del coche con seguridad, aunque se esfumó al momento. Comencé a andar temblorosa hasta el campo de lacrosse, que se veía más grande de lo que creía recordar. El momento en que puse un pie en la hierba del campo, me detuve. No estaba lista, no podía hacerlo.

—Marley.

Mi mami Santana estaba justo detrás de mí, con los brazos cruzados. Se agachó para quedar a mi altura y supe que iba a venir una de sus charlas.