¿Amigo O Enemigo? [JiKook]

Lo Siento

Capítulo Tres:

Lo Siento

Aquella velada, le fue imposible conciliar el sueño; las horas transcurrieron y su cuarto, oscuro, se fue aclarando mientras su mente pensaba una y otra vez en como estaba JiMin; si después ― sea lo que sea que haya ocurrido con esos dos ― el omega habría podido llegar bien a su casa, o si el alfa había sido cuidadoso con él ...

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Cuando la hora fue prudente para levantarse, JungKook se puso en marcha. Tenía clases a eso de las diez de la mañana, pero ese día salió a las ocho de su casa. Se montó en su bicicleta sin importarle que su rostro estuviese pálido y sus ojos hinchados por un nulo descanso.

Arribó al local ― donde siempre hacia una parada previa antes, después o en medio de clases ― y, al entrar, vio como había una extensa hilera de clientes. Pero, en caja ― y como era habitual de las mañanas ― JiMin no estaba atendiendo.

Esperando que el omega estuviese cumpliendo otra tarea, se alineó en esta mientras, inquieto, se alzó para observar el mostrador y lograr encontrar a JiMin. Si lo lograba ver, se iría. Mas la fila avanzaba y sólo conseguía divisar al personal en sus labores. Era insólito que el omega no estuviese presente en su puesto. Siempre iba. Siempre estaba ahí. Mientras la fila avanzababa qué le podía haber ocurrido al mayor. JiMin era de los que siempre estaba desde antes de las ocho frente a la caja tomando pedidos tras pedidos con una sonrisa en su cara. Su respiración se aceleró.

―Buenos días, ¿qué va a pedir?―cuestionó un beta. Jeon lo conocía; el tenía el cargo superior ahí. Jin era su nombre. Kim SeokJin. JiMin era bastante travieso con el beta, quien siempre lo regañaba y el contrario reía. "Podrías ser rapero con ese nivel de palabras por segundo". Siempre le repetía mientras el rostro del superior se volvía rojo fuego tras haber reprendido al menor y no haber obtenido el resultado esperado.

―... Un americano ¿frío?―dijo al azar para hacer tiempo.

―Okey, ¿algo más?―el chico negó viendo como éste se volteaba para preparar el café.

―¡Sí! Disculpa―se apresuró mientras el beta lo observaba atento―... JiMin, ¿no está?

―Ah... Tú eres ¿TaeHyung o JungKook?—el nombrado se descolocó por aquella inoportuna confusión.

―... JungKook―dijo entre dientes observando al rostro contrariado. El beta sabía de la paulatina amistad del omega con aquel par, pero había uno, no recordaba el nombre, que le daba desconfianza; pero el chico que tenía en frente, no era.

―Ah―exhaló más relajado. Se sentía algo indispuesto y decidió faltar el día de hoy―acotó demasiado escueto para el beta―... Y, ¿vas a agregar algo más a tu pedido?

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―... Entonces, ¿eso significa que está bien?―Yoongi, sentado en solitario entorno en una de las tantas mesas desplegadas por la universidad, cerró su libro y quitó sus anteojos frotando el puente de su nariz con el dorso de su mano. Cerró uno de sus ojos y miró al beta quien ansioso había iniciado una plática sin saludarlo siquiera. Cuando lo vio, en su transitar común por aquel pasillo hacia su siguiente clase, se acercó dejó su mochila sobre la superficie y frente a él habló sin parar completamente abrumado.

―... Quizás, sólo se le pasó la mano con la bebida. La mayoría no vino hoy, Kook―intentó tranquilizarlo mientras volvía a su texto. Hobi, por obvias razones, había faltado aquel día después de aquella celebración. Jungkook, pensativo se sentó.

―Iré a casa de Tae―tras una escueta pausa se levantó de inmediato. El alfa se limitó a observarlo mientras el contrario se colocaba su mochila.