𝓜𝓪𝓽𝓻𝓲𝓶𝓸𝓷𝓲𝓸 ¿𝓕𝓸𝓻𝔃𝓪𝓭𝓸?

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Algunas condiciones

--Ay dios ¿Estas segura? -- aquel peli blanco realmente estaba entre preocupado y confundido, le preocupado que esa chica fuera tan tonta como para aceptar eso, como se le ocurría arriesgar su vida por alguien que no tenía tiempo de conocer, solo unos simples meses. Confundido también por lo mismo, realmente para que quería hacer eso, su vida sería de lo más normal y tranquila si no aceptará eso.

Alegremente la castaña asintió, una suave sonrisa que apreciaba en sus labios tornados un poco rosados -- Segurísima--soltó como una niña pequeña, volviendo a darle aires de ternura al chico --Ya lo hable con mi padre, simplemente me dijo que sí era lo que yo quería estaba bien, a solo menos que tú no quieras --inclino un poco su cabeza esperando una respuesta del chico peli blanco.

--Aquí esta su orden, lamento la espera --llegó un adulto mayor a la mesa en donde se encontraban, se encontraba un poco apenado ya que tuvieron que esperar un poco más por su orden y digamos que el ambiente en el que se encontraban aquellos jóvenes era un poco serio.

--No se preocupe, gracias --una dulce sonrisa fue ofrecida por la chica, aquel adulto de edad avanzada se relajo un poco y le devolvió la sonrisa, hizo una leve reverencia y se alejo del área donde se encontraban ellos dos. La Yamamoto tomó un poco de aquel chocolate caliente, este aún dejaba ver aquel vapor hogareño, combinado con la decoración de madera de aquella famosa cafetería. Satoru observó toda la escena, sintió un placer cálido en todo su ser, le agradaba la chica, podía verse un poco amargada en ocasiones pero cuando la observas bien resulta todo lo contrario.

--Sabes que a mi no me molesta -- el chico tomo aquella pequeña cuchara y corto un pequeño trozo de pastel -- De hecho siento que nos llevamos muy bien, eres como una amiga en la que puedo confiar, a pesar de conocernos hace poco --llevo un pedazo a su boca y saboreo aquel chocolate, haciendo agua su boca, de verdad que en ese lugar hacían los mejores postres, _____ se llevó una mano en el pecho simulando estar alagada, el chico sonrió por eso -- Pero no quiero quitarte tu futuro, seguro tienes muchos planes los cuales hacer -- dijo al finalizar de comer lo que tenía en la boca.

--Tampoco es que tenga muchos planes, de hecho creo que ya cumplí los que tenía o el que tenía, simplemente quería estudiar diseño gráfico, de allí no tengo más, además mi vida es un poco aburrida -- le confesó al chico, tomó un poco más de aquel chocolate, le encantaba sentir como aquel líquido caliente bajaba por su garganta --Admito que al principio odie la idea, vivir al lado de alguien que ni siquiera conozco, pero me di esa tarea y mira ahora, nos llevamos muy bien -- sonrió alegre, de verdad le agradaba el chico alto.

--Bien, esta bien -- Gojo soltó un suspiro y sonrió de lado, miró a la chica por encima de sus lentes, dándole una imagen de galán lo cual a ella le importo poco, sabía que no debía dejarse por esos encantos, llegó a conocer a varios chicos así y sabía que no eran para nada buenos cuando se trataba de alguna relación, simplemente amaban lo pasajero y sin ataduras.

--Entonces pondremos condiciones -- sentenció la chica mientras daba un suave golpe a la mesa con la palma de su mano, para no llamar la atención de las personas que cerca de ellos. El de ojos cielo sólo quedo aturdido ¿Condiciones? Que ideas se le pasaban por la mente a esa chica, cuidado y fuera ser algo raro -- Tranquilo, no es nada malo -- rio levemente, aquel que estaba delante de ella no se había dado cuenta estaba haciendo algunas muecas indicando un poco de confusión y miedo -- Simplemente quiero salir de viaje de vez en cuando, no importa si es solo en Japón además -- alzó su dedo índice junto con su cabeza, dando una leve imagen autoritaria -- Tú cocinaras -- Ahora lo señaló a él, que clases de condiciones tan extrañas tenía ella, podía pedir lo que fuera, era el hombre más millonario de Japón y sólo pidió algo tan simple, de verdad estaba loca.

--Mmm bien-- respondió extrañado, no le molestaba cocinar, de hecho nadie lo sabía, pero amaba hacerlo, era como un tipo de terapia para él --Pero tu tendrás que lavar lo que se encuentre sucio -- esa fue una condición que dijo él, por la simple razón de odiar hacer eso, le estresaba ver la cocina sucia. Yamamoto asintió alegre, él no sabía que ella amaba limpiar y claro que adoraba más hacer eso cuando había música. Más que una condición fue como una bendición para ambos, pero ellos no sabían eso.

La tarde transcurrió de forma normal, hablaron como normalmente lo hacían, las conversaciones nunca acababan entre ellos dos, terminaban conversando en ocasiones de cosas sin sentido. Aquel hermoso sol se empezó a esconder dándoles a entender a los protagonistas que se tendrán que despedir pronto, juntos salieron de aquel local riendo entre la pequeña charla que tenían. El peli blanco por caballerosidad le abrió la puerta de la cafetería a ella, ella gustosa pasó mientras seguía hablando.

--Por cierto -- caminaban por la ciudad iluminada por las farolas , aquella noche la luna brillaba más que nada y muy pocos se daban cuenta de ese detalle, excepto ella, que caminaba mirando hacia arriba mientras escuchaba a su acompañante -- No quiero que te enfades ni nada -- se encontraba nervioso, con esa simple frase ella frunció su ceño y lo miró, se rasco su nuca nervioso, no sabía cómo explicarlo.

--Déjame adivinar -- sonrió divertida, tenía una idea de lo que podía ser -- ¿Quieres que dentro del matrimonio todo siga normal? Tranquilo te seguiré tratando igual -- soltó sin más.

--¿De veras? Igual ¿igual? -- movía sus manos de un lado a otro, no sabía si se estaban refiriendo a lo mismo.

--Sep, podrás hacer lo que quieras --

--¿Hasta...? -- alargó la última vocal, realmente todo iba a seguir normal.

--Hasta tener otras parejas, realmente eso no me incomoda -- claramente no mentía, conocía al chico, no muy bien pero lo conocía, sabía que no estaba en él ser un tipo fiel -- Pero claro, solo espero que no llegues con alguna enfermedad de transmisión sexual, hazte exámenes cada mes y me los muestras, así estaré un poco tranquila -- Gojo no podía estar más feliz, realmente existía la perfección en una persona y era la que tenía frente a sus ojos, pequeñas lágrimas de emoción se posaron en sus ojos pero ella no lo noto por estar viendo la hermosa luna.

--¿Te gusta? -- preguntó en un casi susurro, Yamamoto simplemente dijo un suave sí aún sin despegar su vista de aquella maravilla.

-- Lo más seguro es que hoy no duerma por estar viéndola desde mi ventana -- confesó con una sonrisa, eso ya le había pasado en varias ocasiones y al siguiente día estaba totalmente cansada.

--¿No te aburrirás? -- una leve risa se oyó por parte del peli blanco, ella simplemente negó suavemente.

--No lo creo, siento una atracción inefable por esta cada vez que la veo, mi mirada inconscientemente se dirige a ella -- sus ojos brillaban, llegándose a parecer al brillo que la luna les estaba ofreciendo, no sabía el cómo, pero cada vez que Gojo conocía algo nuevo de ella le agarraba más cariño a la chica.