Bags 🧳 l.s

Capítulo 9. Ya no quiero hablar contigo de estos pequeños juegos

¿Diversión? Claro que Harry no se estaba divirtiendo, para él nada de esto era divertido, nada en absoluto. 

En realidad la situación era bastante absurda, confusa y lo dejaba en un estado de animo en el que solo quería sentarse en su habitación a escuchar música triste para estar todavía más triste. Sin embargo, allí estaba frente a Jade, la pelirroja de los cuarzos y collares angelicales lo miró a lo lejos con una sonrisa mientras sostenía con efusividad un enorme cartel de protesta. 

"COME SANO, COME VEGANO" 

Y Harry de pronto sintió pena por cenar tantas hamburguesas cada que salía con Louis a la ciudad. 

Jade agitó su mano libre para saludarlo e ir acercándose hasta donde Harry se encontraba de pie, allí suspiró un poco y Harry contempló las mejillas sonrosadas de la pelirroja que eran producto del calor y probablemente el agite de la manifestación. 

Siempre pensó que la población de veganos en el campus se reducía a unos pocos estudiantes, sorprendentemente habían más de 30 personas reunidas frente a la cafetería, con más carteles de protestas, vegetales y animales pintados en la ropa. 

Curioso de ver, de escucharlos gritar sus consignas. Vaya que el movimiento estudiantil tendría trabajo que hacer, si bien es cierto que no todos se volverían veganos de la noche a la mañana por una protesta, en sí, lo que ellos pedían era bastante justo y razonable, un menú vegano. Ya que muchos de ellos tenían que salir del campus para conseguir los vegetales e insumos necesarios para su alimentación, que a parte, era algo costosa. 

Harry sacudió un poco su cabeza para aclarar sus pensamientos y enfocarse en Jade, ella también pareció desviar la mirada por poco segundos antes de volver en sí. 

—Pensé que no volvería a verte después del toque, vi algo en ti antes de que te marchases y ahora estás aquí, creo que buscando más respuestas —departió Jade mirándole con determinación. 

—¿Cómo sabes que estoy buscando respuestas? —le preguntó entonces Harry—. Creo que no he dicho ni siquiera la razón por la que he venido a verte, Jade. 

Ella sonrío de nuevo, se cambio de sitio dando unos cuantos pasos hacia la acera que daba comienzo al estacionamiento del campus, a uno de los tantos. Todavía sostenía el cartel y su cabello brillaba con el sol, sus ojos cafés eran enormes y profundos, la verdad es que tenía toda la pinta de alguien interesante, misteriosa pero a la vez tan sencilla, era como una especie de luz, ella era clara, brillante. 

—Porque desde que llegaste estás distraído, con el ceño fruncido, caminas como si te pesase el cuerpo, los pensamientos tal vez y ya te dije que cuando dejaste el resto-bar vi algo en ti, algo distinto, que no había visto antes. No hace falta que digas mucho, se te nota en el rostro —respondió ella con soltura. 

Harry suspiró plantándose mejor sobre el suelo, relamió un poco sus labios, el sabor dulzón le perseguiría hasta el final de sus días, aquel que descubrió probando los de su mejor amigo, los de Louis. 

—Vale, he tenido un día algo, extraño...sí, no lo sé, han sucedido cosas y por eso he venido a verte, pareces ser alguien con la que puedo conversar —se explicó mejor. 

—¿Conversar sobre Louis? —arqueó sus cejas en señal de curiosidad. 

Harry sintió un tirón en el estomago, un duro peso cayendo sobre sus hombros, un aroma dulce, unas vans pintadas a mano, unos ojos azules que se le atravesaban salvajemente en la cabeza, en los sueños. 

Louis...siempre quería hablar de él, siempre quería tenerlo cerca, sentirlo cerca, y ahora... dormir, dormir con él. 

—No...tal vez, lo decía en general, conversar, creo que podríamos ser buenos amigos, además tú y Louis se llevan muy bien ¿no? es lógico que lo mencionemos, que hablemos de él, pero no tiene que ser todo sobre él. Creo que no deberíamos hablar de él hoy ¿vale? —atinó a decir con fingida naturalidad, quizá demasiada.