SERÁS MI JUGUETE

CAPÍTULO 35 : ENCERRAR

Los ojos de Katsuki se abrieron con pesadez, aún se sentía muy enfermo, pero, no era igual que al principio, ya no tenía tanto calor ni ardor en su cuerpo, de hecho se podría decir que sentía un poco de frío.

Sus ojos rubíes recorrieron el lugar, aún se encontraba en la habitación de Izuku, al parecer nadie lo había movido de ahí.

—(Tengo hambre...)— pensó mientras tocaba su estómago, recordaba que había comido un poco antes de volver a dormir, pero eso fue algo muy ligero, ahora tenía mucho más apetito —(¿Dónde está Deku?)— se preguntó, de algún modo esperaba que este lo estuviera cuidando— ¡Achuu!— de pronto un fuerte estornudo salió de sus adentros, su nariz estaba un poco fría y al igual que antes se sentía tapada, además tenía un poco de picazón en ella.

El niño empezó a moverse en la cama y con lentitud decidió salir de ella, sus manos tomaron una manta que había en la cama y con ella envolvió toda la parte superior de su cuerpo, sentía frío, pero eso no impedía que quisiera buscar algo de comer.

Sus pasos lo llevaron rápidamente a fuera de la habitación, la casa estaba muy silenciosa y además de eso, no encontró a nadie en el pasillo.

Iida se estaba ocupando de algunas cosas junto a Todoroki, mientras que Uraraka estaba sirviendo los alimentos de Katsuki, suponía que tendría un poco hambre cuando abriera sus ojos, aunque claro, Katsuki no estaba enterado de nada de lo que estos hacían.

La primera idea que Katsuki tuvo fue buscar a Izuku, por más hambre que tuviera sabía que si el alfa no lo encontraba en la habitación, este haría un gran escándalo tratando de buscarlo por toda la casa.

—(Quizás está trabajando...)— pensó mientras caminaba en dirección al despacho de Izuku.

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Al llegar frente el despacho, sus pasos se detuvieron, no tenía planeado tocar la puerta, ya que nunca lo hacía, sin pensarlo más, puso su mano en la perilla, tenía la intención de entrar, aunque, en ese momento algo lo detuvo, sus oídos estaban captando una extraña conversación.

—Ese niño, no, Katsuki, es mi hijo...

La repentina voz de una mujer hizo que se sorprendiera, aunque lo destacable de eso era lo que acababa de escuchar.

—(¿Su hijo...?)— se preguntó el niño, su expresión mostraba confusión —(¿A qué se refiere?)— esta vez, si entendía lo que las palabras ajenas decían, pero no comprendía el porqué lo decía— (¿De quién es esa voz?)

La voz de la mujer se le hacía algo familiar así que trató de recordar donde lo había escuchado. Mientras tanto, la conversación dentro del lugar continuaba, y el como avanzaba no parecía ser muy agradable.

—Por lo que vi, sé que ha estado tratando a Katsuki con mucha consideración, en verdad... ¿No puede permitir que regrese con su madre...?— la voz de la mujer ante los oídos del niño se oía algo triste.

—(Esa mujer... ¿Es mi madre?)— el niño se veía muy confundido— (¿Quiere que me vaya con ella?)— sus manos apretaron con fuerza la manta que lo rodeaba —(¿Por qué...?)— no lo entendía, no sabía la razón del porqué su madre lo estaba buscando.

—Pues, quizás debió pensar en como sería tratado su hijo en el momento de ser comprado, es más, él es menos que una cosa u objeto, él es simplemente un juguete, un simple omega.

El entrecejo del niño se frunció al oír las palabras de Izuku.

—(Ese idiota, ¿En qué momento pasó a ser el alfa arrogante?)— se preguntó, era claro que se había dado cuenta del cambio que Izuku tuvo.