CAPÍTULO 32 : DOCE AÑOS

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Ya habían pasado un par de semanas desde que Izuku tuvo su cita con su psiquiatra, cita en la cual Katsuki se enteró sobre su trastorno, el niño no le había dicho nada sobre el tema después de eso, pero si había notado que este se mantenía cerca a él todos los días.

—Kacchan... ¿Que haces?— preguntó Izuku.

El infante estaba sentado en el sofá de la pequeña oficina que tenía en casa con una libreta y un lápiz en manos, este había estado escribiendo mucho mientras de rato en rato lo miraba, pero el pecoso no sabía exactamente lo que escribía.

—Escribo...— respondió el niño, Izuku se sintió decepcionado, le habían dicho lo obvio — ¿Cuanto tardarás en terminar tu trabajo?— preguntó, se sentía aburrido.

—Me falta poco...— dijo, mientras acomodaba unos documentos, luego de eso, buscó en uno de los cajones de su escritorio algo que necesitaba, casi nunca lo usaba así que el dichoso cajón no era abierto, pero fue ahí donde encontró algo que había olvidado por completo, sus ojos se dirigieron instintivamente hacia Katsuki.

—¿Por qué me miras?— preguntó.

—N-No es nada...— su mirada volvió a dirigirse a lo que encontró.

Lo que había ahí era la boleta de compra del niño, era increíble ver que un ser humano podía ser propiedad de alguien con tan solo un papel, aunque eso no fue exactamente lo que llamó la atención del pecoso, en dicha boleta estaba la fecha de nacimiento de Katsuki y por ende decía el día de su cumpleaños, este estaba a dos días de eso, iba a cumplir doce años.

Izuku a veces olvidaba que el rubio tenía esa edad, su tamaño no ayudaba mucho, aunque no era de extrañar, los omegas solían lucir mucho mas jóvenes de lo que son en realidad.

—¿Kacchan, hay algo que quieras?— preguntó, quería darle un regalo, el niño alzó una ceja con confusión, la pregunta no era muy clara.

—¿A que te refieres?

—Digo... ¿Quieres que te compre algo o hay algo que desees? —preguntó, Bakugo puso una cara pensativa.

—Quiero que aceptes el tratamiento...— respondió.

Izuku ya había hablado con sus otras partes, pero al final no llegaron a ningún acuerdo, uno de ellos se negaba rotundamente a aceptar.

—M-Me refería a algo material...— cambió de tema.

El rubio lo miró con el ceño fruncido, le había molestado la forma tan descarada que tuvo el mayor para evitar lo que le pidió, pero decidió no decir nada al respecto, luego volvió a pensar en otra cosa.

—Matemáticas...— dijo, eso confundió un poco al contrario.

—¿Matemáticas...?— repitió lo que el niño dijo.

—Si, había un libro con varios números y signos que no entendía en una de las habitaciones viejas...— Katsuki por curiosidad había estado merodeando los lugares de la gigantesca mansión, y fue así como encontró lo que parecía ser una pequeña biblioteca, aunque él no sabía exactamente lo que era ese lugar, después de todo aún hay cosas de las que no sabe su existencia y nombres— Quiero saber que son...— Izuku ya lo había notado antes, pero no le había tomado importancia, Katsuki era muy inteligente para las cosas relacionadas a los estudios, eso lo notó cuando el niño contó la forma en la que había aprendido a leer, nadie normal podría hacerlo tan rápido, y mucho menos si lo hacía sin ningún tipo de práctica.

—¿Quieres saber que son las matemáticas?— preguntó mientras se ponía de pie y se acercaba a él —Incluso yo no soy tan bueno en ese tema...— tomó asiento a su lado.

SERÁS MI JUGUETEWhere stories live. Discover now