¿Dónde dejé mi Orgullo? | [ORGULLO #2]

03. Paro cardíaco en 3... 2..

Ya saben ya, un error, culpa de la Nacha. Nah, broma, si se nos pasó un error, comentenlo :)!

Peter's POV:

—Uno doble con crema, por favor —dije mientras sacaba mi billetera para tener el dinero listo.

Me entregaron el pedido en poco tiempo, lo cual agradecí ya que llegaba tarde al trabajo, y dejé el dinero en la barra para poder comenzar a trotar rápidamente hasta la salida del café. Tuve que evadir a muchas personas una vez que estuve afuera y medio correr sosteniendo mi mochila para que no se desplazara por mi hombro.

—¡Ten cuidado por donde vas, cretino! —una voz se escuchó desde abajo y mi mirada bajó hasta un niño de ojos verdes bastante fuertes.

—Lo siento, pequeño, tengo prisa —¿por qué me disculpo?

Noté que estaba pisando algo blando y me fijé en mi pie que estaba sobre su mochila azul eléctrico. Sonreí apenado y levanté mi pie para que el pudiera liberarlo. Me quedé viendo con los ojos achinados y antes de que pudiera aunque sea bajar mi pie, me atinó una patada debajo de la rodilla. Abrí la boca al máximo y caí de espaldas al piso en medio de la confusión, logrando que soltara el café y me agarrara la rodilla con ambas manos.

—¿Qué te pasa?! —pregunté con los dientes apretados.

Levantó la cabeza indignado y se alejó entre la multitud que se había parado a observar el numerito que habíamos hecho. Suspire, revisé mi teléfono y luego abrí mucho los ojos al ver que ya era muy tarde.

—No hay tiempo para el dolor —dije para mi mismo y me paré rápidamente del asfalto.

Llegué en tiempo récord a la secundaria, pero aun así no puede estar a la hora que me habían dicho. Exhausto, me arrastré hasta la oficina de la directora y noté como muchas chicas me quedaban viendo. Me asomé por la puerta y la directora levantó la vista de inmediato.

—Peter Harrison —sonrió y se levantó de su escritorio apenas entre a su despacho—. Mírate como estás —se volvió a sentar y comenzó a buscar algo entre sus papeles—. ¿Cómo te fue en Inglaterra?

—Yo... —comencé a tartamudear—. Err... si, creo que bien.

—Este es tu horario —me entregó un papel—. Te sentirás muy a gusto aquí, hay muchas personas de cuando estabas en la secundaria. Brenda, la profesora anterior, tuvo algunos incidentes con el conserje Willy, así que decidimos trasferirla. Tú ocupas su lugar.

—¿Con Willy? —fruncí el ceño—. Pensé que ya había muerto.

Rió un poco, pero yo no le había dado humor. En serio pensaba que había muerto.

Varias chicas estaban fuera y eso me hizo sentirme un poco incomodo. Mi estomago comenzó a rugir y tomé en cuenta que el café era mi único desayuno Comencé a buscar la sala de profesores, o como yo la conocía, la sala de orgías, pero en el momento. una chica rubia chocó con mi hombro.

—Lo siento —me disculpé con una sonrisa de lado.

—No te preocupes -—fruncí el ceño al no te preocupes, pero luego me fijé que traía unos frascos en la mano mas un delantal blanco—. Soy Jessica, tú debes ser el nuevo. Bueno... yo también lo soy —rió, sus mejillas se tiñeron de un rosa claro y yo solté una pequeña risa.

—Estoy buscando la sala de or... de profesores —rasqué mi nuca.

—Llevo poco aquí... pero sé donde queda —se encogió de hombros y caminó despreocupadamente, esperando que la siguiera.