04. BINGO

482 54 20
                                    


04. BINGO

 BINGO

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.



               Jeon, luego de unos segundos, rompió el abrazo. Al ritmo de un leve susurro que sólo ella fue capaz de escuchar, donde la firme promesa de hablar luego se deslizó por aquellos labios temblorosos.

La pelinegra sólo asintió con disimulo, ocultando el molesto embrollo de sentimientos que surgió en su pecho, con una plácida sonrisa.

Debía acostumbrarse a una fingida calma.

« Calma antes de la tormenta. »

Pronto, siguió Min Yoongi. Una tierna y cuadrada sonrisa se exhibía abiertamente en su rostro, cosa que lo hacía ver mil veces más adorable. Él se veía genuinamente feliz, y se podría decir que aliviado, así que no tardó en estrecharla en sus brazos, justo como lo habían hecho sus otros dos amigos.
























[ La mujer de orbes perdidos y evidentes bolsas negras bajo sus ojos, se marchó de allí. Con ella, se llevó casi todos los susurros mal silenciados de las bocas ajenas, que, lejos de velar por el verdadero objetivo, solo querían entrometerse en la gigantesca polémica que el grupo de jóvenes atravesaba.

El cartel había quedado sellado contra el tablero de la entrada. Amenazaba con salir desprendido, culpa de la gélida y horrible brisa que soplaba esa mañana.

El viento luchaba por llevarse el rostro de Bak Cleo grabado en aquella hoja de papel. Una sonrisa pequeña, tímida, y leve. Junto con un semblante suave, relajado pero cautivador al mismo tiempo. Ella lucía como una muñeca, pintada de matices grises y negros, junto con la palabra "DESAPARECIDA" en letras gigantes, mayúsculas. Letras que clamaban por ayuda e impartían miedo.

Min Yoongi, que había estado observando todo desde la puerta de uno de los salones, sintió que el aire se volvía nulo en su cuerpo. Y que por poco podría desvanecerse allí mismo.

Agitado, desvaído, y completamente descolocado de eje, se volteó hacia la entrada. Vislumbró a Wendy, su novia, en el mismo estado.

Las miradas que se ceñían entre ellos eran mortales, cadavéricas, e irrefutablemente cómplices.

Cómplices, pero ¿de qué? ]
























Entonces, sus brazos se envolvieron alrededor del joven.

La sonrisa había cambiado, su mirada también. Era extraño.

—Te echamos de menos, Cleo. —le escuchó susurrar. Ella, como respuesta, lo presionó aún más contra su cuerpo, y pareciera haberlo hecho por la cantidad de afecto y añoranza que tenía hacia sus amigos, pero en realidad fue un reflejo inevitable ante el subidón de ira que había trepado por su pecho en los últimos momentos.

I COME BACK ━━btsWhere stories live. Discover now