Hace años que Emma dejo las riqueza y las comodidades de la nobleza para irse a viajar por tierras extrañas, deshaciéndose de todo innecesario y quedándose con lo mínimo imprescindible. Es feliz en el camino que traza día a día, disfrutando de la n...
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Encontrar a su pareja no fue difícil, era imposible ignorar el rastro de sangre y angustia que ondula en el bosque como una espesa niebla, extremadamente potente para su sensible nariz animal. En fin, escondido entre espesos arbustos oscuros, Ray vigila a su pareja desde una distancia concreta, y hasta el momento, esta vez, ella no es consciente de su presencia (pero no es lo bastante vanidoso como para creer que es debido a su gran habilidad), evidentemente es que está en dirección opuesta al viento. Afortunadamente. Considerando la posición de la Luna, y suponiendo el ritmo del veneno, es probable que su sentido olfativo ya se haya sensibilizado por lo que, aunque carece de instinto por los momentos, podría reaccionar muy negativamente al percibir por primera vez un olor dominante como el suyo. Lo más lógico es mantener la distancia, lo último que desea es estresarla... Una transmutación por estrés y miedo no la hace menos dolorosa o agradable.
A penas es el principio, el cambio será lento, doloroso y angustioso para el individuo marcado cuando el veneno se estabilice completamente en su sistema ante sus propiedades, el mismo destruirá y creará nuevas células que se extenderán y cruzaran como las raíces de un viejo árbol bajo la tierra. Entretejiendo para corregir cualquier anomalía precedente.
Los licántropos nativos no experimentan el dolor de una transmutación, su linaje es puro debido a sus ancestros y desde el nacimiento pueden cambiar de piel... Es por eso que cierta culpabilidad corroe lentamente a Ray, la bestia en su interior gimotea por acercarse a su pareja a hacerle compañía durante las próximas dolorosas olas. Hay dolor punzante en su corazón al tener que ver y solo estar aquí, a unos pies de distancia, observándola en su débil estado acurrucado en la tierra y escuchando sus lamentos silenciosos. Quiere protegerla... Quiere estar allí.
Sin embargo, lo que él pueda desear no puede ser. Debe ser paciente, tan solo un poco más. Ella aún es consciente de cualquier sensación, olor, ruido o movimiento, notaría inmediatamente si se acerca. Da igual cómo lo haga, Hombre o Lobo, se asustara y entrara en pánico.
Ray no tiene más opción que sentarse y esperar el momento adecuado en que sus sentidos estén demasiado abrumados como para notarlo tan simplemente. Por mucho que su alma proteste en inquietud por ello, es lo más sensato.
Menos mal que tiene la costumbre de guardar hierbas, hacer ungüentos y aceites en su guarida. En asuntos de transmutación por lo general no se necesitan de medicinas, sin embargo, en casos extremos donde el dolor es insoportable o el desarrollo de la licantropía se nota aparentemente retrasado se utilizan ciertas mezclas para facilitar el cambio. Le implora a su Diosa por un cambio taciturno...
Al mismo tiempo, su guarida está bien suministrada y ubicada, oculta al ojo simple de los indeseados y cerca de un río de agua dulce para refrescarse. Tiene una suave cama de pieles de la cual espera que su pareja (tras el despertar de sus instintos) disfrute tan bien como él; está rellena de pieles de ciervos, zorros, conejos, algunos osos y alces que el mismo cazo. Además posee una gran variedad de libros, en idioma Licano, pero será más adelante que le enseñe a su pareja a leerlo y pronunciarlo correctamente. Eso, y otros artículos hogareños que creó con sus propias manos y entendimiento. En efecto, cuando su pareja despierte y recupere completamente se asegurará de demostrarle que es un excelente compañero.
