"Wei Ying."
Frente a sus ojos solo estaba aquel hombre que alguna vez tuvo una sonrisa tan brillante que hasta el sol envidiaba, lágrimas gruesas bajando por sus mejillas y sus ojos, alguna vez llenos de gozo, parecían estar hundidos en un cuarto os...
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Estaba llegando a la entrada de Ciudad sin Noche cuando vio a varios cultivadores esparcidos por el suelo, incapaces de levantarse, conscientes, por lo que puede ver.
"¡Hanguang-Jun, ayúdenos!"
"¡Gracias al cielo que está aquí!"
"¡Estamos salvados!"
Vio a los varios cultivadores con su cara estoica de siempre, acercándose a ellos, uno a uno revisando si tienen alguna herida y chequeando sus meridianos, encontrando una leve cantidad de energía resentida que era lo que los mantenía inmóviles, no la suficiente para hacerles un daño significativo.
"Hanguang-Jun, ¡el Patriarca Yiling nos hizo esto!"
Se detuvo por un momento, ¿Wei Ying estaba ahí? ¿Junto a todos esos cultivadores?
"¿Dónde?"
Se atrevió a preguntar, claro y conciso.
"Está adentro, ¡de seguro tratando de hacer una de sus fechorías contra las sectas!"
"¡Aprovechando que todos están reunidos, nada de qué sorprenderse!"
"¡Una escoria!, ¡un verdadero sinvergüen-hmp!"
Los labios de todos apretados, sin poder emitir un sonido fue lo siguiente que sintieron después de ser liberados de la energía resentida que los tenía prisioneros.
Ni siquiera tuvo que decir algo, con una mirada que congelaría sus huesos del imponente hombre frente a ellos fue más que suficiente para que se fueran por la dirección opuesta, alejándose de Lan Wangji.
Apenas entró pudo ver a Wei Wuxian encima del techo de el palacio que alguna vez perteneció a Wen Ruohan, caminando entre las vigas acaparando la total atención de los discípulos y cultivadores de las sectas presentes.
"Ya veo." Escuchó la voz de Wei Wuxian. "Si quieren matarme, pueden hacer lo que quieran. Pero si quiero defenderme, debo tener cuidado de no lastimar a ese, de no lastimar a este, o aquél. Si muero es por mi mala suerte. Ustedes pueden emboscarme, ¡pero yo no puedo contraatacar!, ¿me equivoco?"
"¿Contraatacar? ¡Ja!" Burló el líder Ouyang. "¡Las más de treinta personas en el camino Qiongqi eran inocentes, ¿por qué los mataste mientras te defendías?!"
"¡Los remanentes Wen en los túmulos funerarios también son inocentes, ¿por qué tuvieron que involucrarlos?!"
"¡Tu-!"
El líder Ouyang que hasta ahora estaba refutando decidió callar abruptamente, regresando a su lugar intentando no bajar la mirada, viendo a la mayoría desconcertados.
"¿Qué trato haz hecho con el Clan Wen?" Habló uno de los varios arqueros apuntando hacia él. "¿Por qué proteges tanto a esos tipos?"
"¡Wei Wuxian!" Habló el líder de Lanling Jin, Jin Guangshan. "¿Crees que estar en contra de todos los clanes te hace un héroe, un mártir? ¿Crees que estar condenado por todo el mundo te hará una persona justa?"
