Capítulo 2

23 24 2
                                    

Estoy rodeada de fiesta, vino y alegría. Los novios están danzando con gran regocijo, disfrutando así de la alegría del momento. Una mano acaricia mi mejilla con ternura limpiando una lágrima que había derramado sin darme cuenta.
-Es que soy muy emotiva- sonrío mientras mi esposo me entrega una copa de vino.
-Lo sé. Es una de las cosas que más amo de ti. Que no te escondes a la hora de demostrar tus sentimientos.- dice tomándome de la mano y arrastrándome hacia donde está la música- Vamos, danza para mí.
Y, ¿cómo negarme? Amo danzar y si mi amado me lo pide, lo hago con mayor placer.
•••
Los novios se acaban de marchar hacia su noche de nupcias. Algunas mujeres nos hemos quedado para recoger un poco la casa mientras Abram conversa con su padre, Taré. Mi suegro es un hombre muy avanzado en edad pero aún se mantiene fuerte. Es un hombre de negocios pero al parecer estos no han ido muy bien últimamente. Al ser mujer no entiendo mucho acerca de esas cosas pero sé que la sequía por la que estamos pasando ha afectado grandemente nuestra fuente de ingresos.
En la familia de Abram son todos emprendedores. Quizás por eso han logrado tanto éxito. Comenzando por Taré, que llegó desde muy joven a Ur y comenzó desde cero. Aquí formó su familia y consiguió fama y prestigio, y todo eso fue heredado por sus hijos: Abram, Harán y Nacor.
Harán tiene 3 hijos: Lot, Milca e Isca. Lot es su primogénito, es un joven muy guapo y se casó hace algunos meses con una joven sodomita llamada Ana. Nacor por su parte está casado con Milca, hija de Harán.
-Sarai, ¿nos vamos?- me pregunta mi esposo después de conversar con su padre.
- Sí, claro- Me despido de los presentes y nos dirigimos a casa.
•••
Estamos en nuestra terraza, acostados sobre un manto mirando el cielo.
-Me encanta cuando el cielo está estrellado- mi esposo me sorprende con sus palabras.
-¿Ah sí? ¿Y por qué yo no lo sabía?- respondo juguetona.
-No lo sé, tal vez nunca me había dado cuenta.-responde- Es como si cada uno de esos luceros representara algo especial…
-Es hermoso- Le respondo.
-Con todos estos problemas que nos ha traído la sequía no me he puesto a pensar que en la vida hay cosas más hermosas que el dinero. No todo el mundo tiene el privilegio de estar tendido, al lado del gran amor de su vida, mirando un cielo adornado con luceros maravillosos. 
-¿Y qué vamos a hacer con toda esta situación?-pregunto preocupada.
-Mi padre quiere salir de Ur de los Caldeos y viajar para asentarnos en otro lugar.
-Pero, ¿eso no es muy arriesgado?
-Lo es, pero es un riesgo que vale la pena correr.-Responde- ¿Acaso tienes miedo?
-No.-tomo su mano y la beso-Si estoy contigo venceré cualquier prueba.
-Te amo-me dice con lágrimas en sus ojos.
-No más de lo que yo te amo- respondo dejando un dulce beso en sus labios.

Un pacto eterno. La historia de Abraham y Sara contada desde otra perspectiva.Where stories live. Discover now