ᴀ̂ᴍᴇs ᴍᴏʀᴛᴇs | ʏᴜᴋɪᴏ ᴏᴋᴜᴍᴜʀᴀ

Ⅴ

✾━━━━❃ 𝐴̂𝑚𝑒𝑠 𝑀𝑜𝑟𝑡𝑒𝑠 ❃━━━━✾

El día del evento que Shiemi había preparado para Yukio estaba frente a él, lentamente consumiéndolo porque, aunque defendía no sentir nada de la prensa, era casi imposible ignorar lo que a sus espaldas decían, sabía fingir, pero después de todo, era y seguía siendo un humano.

—Señor Egin —interrumpió la voz alegre de Sayuri en su oficina, a través del altavoz del teléfono—, su hermano está aquí afuera, ¿le hago pasar?

—Por favor —murmuró cortando la llamada

Al paso de un par de segundos, Sayuri abría la puerta mostrando con un ademán el interior a Rin, quién agradecía el gesto y caminaba a la oficina de su hermano.

—¿Estás bien? Te ves un poco pálido —murmuró Rin, mirando a su gemelo

—Claro, sólo estaba pensando en el contrato de hoy —respondió desinteresado, alzando la mirada de sus papeles

—Sí eso te abruma, yo puedo encargarme de todo

—Está bien Rin, solo, ha pasado un tiempo que no firmamos contratos ante una rueda de prensa —habló, recargándose en el sillón—, se siente extraño

—Lo es —completó, sentándose en una silla frente a su escritorio—, pero ambos sabemos que eres bastante capaz de lidiar con esto

—Querrás decir, fuimos educados para ser capaces de sobrellevarlo, eso, lo hace diferente

—Tienes un punto a favor —sonrió Rin—, sin embargo, el talento que posees es meramente tuyo, por ello sé que puedo encargarte todo y que lo harás posible

—Me siento alagado —ironizó

—Te estoy alagando —gruñó su gemelo—, venía a preguntarte sí saliendo nos veremos allá o...

—Llegaré al menos unos quince minutos tarde, Sayuri y yo debemos hacer otras cosas antes

—Entiendo. Por cierto, Sayuri solo... ¿es tu empleada o buscarás algo más?

—Eso no te incumbe

—Es linda, aunque no sé si tu tipo —bromeó

—Es mi empleada, trátala cómo tal

—Ya veo —sonrió victorioso, antes de salir de la oficina—, sí es tu tipo, pero no le ves de esa manera, que interesante

—Lamento interrumpir señor —murmuró Sayuri, abriendo la puerta después de dos toques en ella—, el abogado y notario están aquí, ¿los hago pasar?

—Por supuesto, el presidente estaba por irse

—Con permiso, señorita Aoki, nos vemos

—Hasta luego señor —lo despidió con amabilidad

—Gracias —murmuró Yukio

—No es nada —sonrió Sayuri—, pero sí están acá afuera

—Hazlos pasar

Sayuri asintió, cerrando la puerta nuevamente, para llamar al abogado y notario, volviendo a tocar la puerta para hacer pasar a las visitas de su jefe, quien agradeció con un gesto.

Sayuri comenzó a teclear algunas cosas en su computadora, principalmente acomodando los siguientes compromisos de su jefe, y ordenando algunos de ellos. Se encargo de revisar que la reservación de las habitaciones estuviera en orden, así como el del restaurante donde se reuniría con otros socios.