ⅩⅠⅠ

47 6 1
                                    

✾━━━━❃ 𝐴̂𝑚𝑒𝑠 𝑀𝑜𝑟𝑡𝑒𝑠 ❃━━━━✾

Ambos subían con silencio a su habitación, mientras cargaban sus maletas. Una vez adentro, soltaron un suspiro cansado.

—Siento como si huyera —comento Sayuri

—No estamos huyendo —contesto Yukio—, solo, cambiamos los planes

Sayuri sonrió, caminando hacía él para abrazarlo.

—Gracias

—¿Por qué? —murmuró extrañado, bajando la mirada para verla

—Porqué me creíste y aceptaste que nos fuéramos de ahí —sonrió, alzando la mirada

—¿Y por qué habría de dudarlo, uh? —pregunto, moviendo los mechones rebeldes de su rostro—. Tú eres mi pareja, a quién debo tenerle confianza, por supuesto que te voy a creer a ti sobre las demás personas, además, priorizar nuestro vínculo de confianza es algo que no debe estar a discusión, te quiero, aprecio y valoro, obviamente tendrás mi confianza, ante todo, además, estoy cuidando por nuestra seguridad, no sabemos que nos espera con Angel, debemos andar con cuidado

—No quiero llorar, pero, creo que voy a hacerlo —chilló Sayuri

—Está bien, no pasa nada

—Gracias... —murmuró en un susurro

—No tienes que agradecerme por algo que debe tener cabida en una relación —respondió, abrazándola para darle un beso en su frente

—Sí —susurro bajo para hipar a causa del llanto

—Si quieres que nuestro próximo plan sea quedarnos aquí y ver películas todo el día, estará bien —comentó Yukio, acariciando la cabellera de Sayuri

—No, no —respondió sorbiendo su nariz— hay que salir, vinimos a disfrutar

—Está bien, mañana por la mañana veremos que hacer —besó la frente de Sayuri

Sayuri se colgó de su cuello para alcanzar sus labios y darle un beso cariñoso y breve.

Yukio sonrió ante el gesto, para bajar a la altura de Sayuri, intensificando aquella muestra de afecto.

Sayuri rio rompiendo el beso.

—¿Qué? —pregunto Yukio, intrigado

—Nada —sonrió Sayuri—, solo... mmm, me siento feliz —murmuró

—¿Entonces te puedo besar nuevamente? —sonrió, mirando a Sayuri con una mirada difícil de describir

Sayuri se perdió ante aquel brillo coqueto de los profundos zafiros que la miraban con una mezcla extraña entre ternura y picardía, sintiendo sus piernas flaquear; cayendo ante aquel hombre que le sostenía en brazos.

Soltó una sonrisa coqueta y bastante risueña, ni si quiera podía controlar el color que se apoderaba en sus mejillas y lo que su cuerpo expresaba.

—¿Desde cuándo el señor Egin se detiene a preguntar sobre algo que intentará lograr por el medio que sea? —comentó Sayuri, sonriendo ampliamente

—¿Ya te dije cuánto me gusta que me llames así? —contesto Yukio tentando a Sayuri, acortando la distancia—. Y respondiendo tu pregunta, cariño, me detengo a preguntar cuándo se trata de garantizar la seguridad y bienestar de mi pareja

Sayuri se sonrojo a más no poder, incluso sentía sus oídos calientes y su estómago contraerse ante tales palabras, sonriendo nerviosamente.

Yukio notó el gesto nervioso de Sayuri, por lo que acarició su mejilla con cariño, para después atraerla en un beso corto pero apasionado, correspondido por una tímida Sayuri que seguía procesando aquellas palabras.

ᴀ̂ᴍᴇs ᴍᴏʀᴛᴇs | ʏᴜᴋɪᴏ ᴏᴋᴜᴍᴜʀᴀWhere stories live. Discover now