Capítulo 16

6 3 2
                                    


¡Hemos llegado!

El paisaje no era para nada parecido al de Tanzania.

Aquí todo era mucho más alegre y colorido.

Las calles estaban repletas de gente pero eso no me molestaba,al contrario.

¡Me encantaba!

Cuando ves un lugar lleno de personas por todos los rincones te hace saber que el lugar en cuestión está vivo.

Las personas serían como el corazón del sitio,mientras más gente más animado y alegre estará el ambiente.

Habían puestos de artesanías,tiendas,puestos de comida,arte urbano,música urbana.

¡Tantos colores por cada rincón donde voltearas a mirar!

Literalmente todo esos colores era un éxtasis para mi cerebro.

Nos encotrábamos ahora en un resort que mi padre había reservado para toda la familia.

Este estaba situado en el punto más alto de la ciudad,así que imagínense que impresionante era la vista desde allí.

Se veía absolutamente todo y la sabana estaba preciosa.

Creo que pueden notar lo emocionada que estoy por mis palabras.

Sin duda alguna este lugar me servirá para dejar el drama y concentrarme en mi crecimiento personal.

Incluso puede que comience a practicar yoga,quién sabe...

El resort era enorme y muy espacioso,habían más de 10 balcones en la casa donde podías admirar la genuina belleza del paisaje.

Había también una sala,una cocina,un comedor y una la terraza junto a un jacuzzi.

Y por supuesto seis  habitaciones cada una con su baño.

El resort no era nada comparado a nuestra casa pero aún así se respiraba un aire de paz y tranquilidad envidiable.

Me encontraba ahora desempacando las maletas en mi habitación y organizándola a mi gusto.

Terminé muy rápido,la verdad es que no se me da muy bien organizar así que me aventuré a salir al balcón para apreciar la vista.

En cuanto llegué al balcón mi primer pensamieto fue:

"Nairobi te adoro"

¡En serio esto era sencillamente inigualable!

Estaba tan sumergida en la belleza innata de la sabana que no noté cuando alguien entró a la habitación y se sentó a mi lado.

Giré mi cabeza para poder verlo y me encontré con esos grandes y expresivos ojos verdes junto con una sonrisa de niño.

-¿Por lo visto no te gusta organizar verdad?- preguntó este incómodo.

¡Oh no!

¡Diego maníatico obsesivo de control y organización se está manifestando!

-En realidad pensaba organizar más tarde.-contesté con simpleza.

-Pero es mejor que lo hagas ahora,¿cómo puedes vivir en una habitación así?-soltó un poco inconforme por el estado de mi cuarto.

La verdad es que yo no la veía tan mal...

-Te prometo que en cuanto termine de ver esta preciosa vista ordenaré la habitación.-expresé con la esperanza de que desistiera de la idea de organizar.

-Creo que es mejor que me quede a ayudarte,vamos.

Ni siquiera esperó mi aprobación,simplemente se levantó y se dirigió a mis malestas.

Bajo el mismo cieloWhere stories live. Discover now