Better Man | Omegaverse Victuuri

I

La oficina apestaba.

Para Yuuri el olor que se podía percibir en ese piso era asqueroso, repugnante, nauseabundo, repulsivo; gracias al estúpido proyecto que tenía que entregar no tenía tiempo de seguir quejándose consigo mismo sobre la oficina y el hedor, pero si tuviese tan sólo un par de minutos más enlistaría todos los sinónimos que le llegasen a su cabeza.

¿Por qué los alfas tenían que ser tan... olorosos?

¿Y por qué él, un omega sin marca, tenía que percibirlos aún más? No era justo.

Para él la llegada de la primavera era espantosa. Al lugar al que fuese podía sentir, o mejor dicho oler, a un alfa. ¿Por qué tenían que desprender sus inmundas feromonas en todos lados?

Yuuri sabía que no tenían control sobre ello, así como él. Su tonto instinto los hacía liberar cualquier esencia de su ser para atraer a un omega libre (o en su caso, un alfa). Era la naturaleza quien los traicionaba, pero, Dios, ¿tenían que hacer tan evidente su presencia?

Maldiciendo en voz baja se acercó a las grandes ventanas del piso de la oficina abriendo cada una de ellas.

"Necesitamos que circule el aire" dijo en voz alta, como si intentara justificarse, sin embargo, nadie prestaba atención. Todos en la oficina corrían de un lado para otro, respondiendo llamadas, bebiendo café para perder tiempo.

¿Acaso era muy difícil dejar las ventanas abiertas? ¿Quién era el imbécil que las cerraba cada vez que tenía oportunidad?

Volvió al pequeño cubículo que le correspondía, la silla desgastada se inclinó un poco cuando dejó caer su cuerpo.

"Yuuri" llamó Pichit, su vecino de cubículo quién lo miraba con sus ojos negros. "No quiero que pienses que soy chismoso, pero... " arrastró su silla de cuatro ruedas para acercarse más a Yuuri, quién agradeció que su amigo fuese un beta sin olor, ya que si se tratase de un alfa la cercanía provocaría que le doliera la cabeza. " Es JJ quien cierra las ventanas" y sin más, volvió a su espacio para terminar los bocetos pendientes.

Esa información no le sorprendió, algo dentro de él sabía que ese tarado era quien cerraba las ventanas. JJ siempre buscaba la forma de llevar la contraria. A veces, Yuuri pensaba que el canadiense disfrutaba ver a las personas desesperadas por sus acciones.

No pudo evitar chasquear la lengua en un gesto de desaprobación. Casi siempre Yuuri solía ignorar a los alfas, a menos que fuese por algo importante, pero intentaba mantenerse alejado de ellos, no obstante, había ocasiones en las que se sorprendía a sí mismo observando a Jean.

Su forma de querer llamar la atención le recordaban tanto a él.

"¡Oh Victor, me matas de la risa!" escuchó hablar a Jean desde la pequeña estación de café, pero, ¿cómo no iba a escucharlo? Si ese hombre gritaba al hablar.

Culpando a su instinto, Yuuri volteó en dirección a los dos alfas que se encontraban de pie frente a una cafetería vacía. ¿Acaso JJ no trabajaba? Siempre estaba ahí, perdiendo el tiempo con cualquier persona que se encontrara.

Victor era otro asunto. Al menos eso decían.

Casi no lo conocía, pero por lo que había escuchado en la oficina, era trabajador. Un alfa tranquilo (¿esos existían? Yuuri lo dudaba) y tierno, había escuchado decir a un par de omegas y betas.

El susodicho sonreía a medias, mientras miraba en dirección a las ventanas recién abiertas y Yuuri notó como su sonrisa se hacía más amplia. ¡Por fin alguien más disfrutaba de la ventilación!

Iba a buscar la forma de que JJ se mantuviera alejado de ellas, o bien, podría hablar con Mila y pedirle que le diera un escritorio cerca a las ventanas, pero, extrañaría hablar con Pichit, quien se encargaba de darle los chismes del piso.

Quizá sólo le quedaba aguantarse.

Podría comprar velas aromáticas, traer un difusor de su casa.

Quizá permaneció más tiempo de lo debido viendo a Victor, ya que el ruso sonrió en su dirección en el momento en el que esa mirada azulada se encontró con la suya.

Él peliplata levantó la mano, moviéndola un poco, indicando un saludo. Yuuri, por otra parte, chasqueó nuevamente la lengua y volcó su atención al monitor. Tenía muchos pendientes que hacer.

-

No se levantó de la silla hasta que le dieron ganas de hacer pipí. Y agradecía profundamente que el horario hubiese terminado, pues tenía oportunidad de no encontrarse con alguien en el corredor.

En el baño, refrescó su rostro con un poco de agua fría antes de caminar a su escritorio. Antes de llegar a casa tenía que ir al supermercado a comprar las cosas de la semana, se maldijo por no haber traído la lista que previamente había hecho.

Amaba vivir sólo, pero odiaba hacer el super.

"Huevos, leche, café" murmuraba para sí mismo mientras enumeraba sus próximas compras. "Creo que mermelada... " sin embargo, se detuvo cuando notó algo diferente en el teclado de su computadora.

Sobre este había un pequeño sobre blanco, podía sostenerlo con facilidad en su mano derecha. Revisó ambos lados, sólo tenía escrito su nombre con tinta azul.

Echó un vistazo a su alrededor, pero no había nadie. Algún despistado había dejado la computadora encendida, pero además de él, no había ni un alma en ese piso.

Sin más, abrió el pequeño sobre, dentro de éste, había un pequeño trozo de papel, que decía con la misma caligrafía fina y tinta azul:

"Sí, es JJ quien cierra las ventanas.

Voy a intentar que las deje abiertas, y si las cierra, le cortamos la mano, no te preocupes.

Por cierto, ese tono de azul hace resaltar tu piel.

Te ves aún más hermoso.

Ten una bonita noche.

-Tya."

¿Hermoso?

Nadie lo había descrito así antes. Las palabras que utilizaban para describirlo eran desagradable, grosero, zorra, pero nunca hermoso.

Deslizó sus dedos delgados por las palabras escritas en el papel. ¿Quién lo vería de esa forma? No quería tirarla, pero no la sentía real, así que se limitó a guardar esa pequeña nota en el bolsillo de su chaqueta negra.

"Tsk... " decía mientras se adentraba al elevador "No cabe duda, JJ es un idiota"

¡Holi! Este es mi primer omegaverse. Espero que les guste. 

Cuídense mucho.