III

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La cafetería a la que había asistido gracias a la nota se había convertido en una parada obligatoria antes de llegar al trabajo. Le gustaba la calidez del lugar, como Chris, el amable barista, seleccionaba las canciones de forma minuciosa para que estuvieran acorde al clima y cómo es que siempre dibujaba sobre la espuma del café.

"¡Yuuri!" escuchó como su nombre fue cantado por el rubio en cuanto cruzó por la puerta "Ya casi tengo tu café"

Chris sólo tardó tres visitas en aprender cuál era su bebida favorita: latte vainilla con azúcar mascabada. No era algo complicado pero le parecía un lindo gesto.

"Gracias, Chris" esperó frente a la barra, haciéndose a un lado para no estorbarle a los clientes que acababan de llegar. "Tengo tiempo, no te preocupes" le indicó en cuanto lo vió un poco atareado por los pendientes.

No eran tan cercanos para sugerirle que contratara a alguien más, pero sin duda ese lugar poco a poco comenzaba a tener más clientes y el otro no podría solo.

Se sentó en la mesa vacía más alejada, a veces las multitudes lo agobiaban ya que podía oler un sinfín de esencias, y como era costumbre los alfas se hacían notar. De verdad llegaba a picarle la nariz.

Mientras esperaba se permitió vagar por sus pensamientos e inevitablemente éstos llegaron a él.

Cada vez que esto ocurría quería culpar a su instinto, a su omega, pero en el fondo sabía que no era así. Era él quien pensaba en Takeshi, era él quien se preguntaba cómo estaba el alfa y si, de vez en cuando, lo extrañaba.

Había pasado momentos lindos a su lado, tuvo muchas primeras veces a su lado, sin embargo, cuando pensaba en esa relación sentía un gran pesar. Se arrepentía de haber permitido cosas con las que jamás se sintió cómodo, se arrepentía de haber cedido cuando no debía.

Pero no se arrepentía de haber huido de ahí.

"¿Yuuri?" cuando alzó su mirada se encontró con unos ojos azules y una sonrisa ladina.

Asintió con la cabeza en forma de saludo hacia Victor. "Hey"

Algunas veces coincidía con él en la cafetería, normalmente, dejaba que él pasara primero o se escondía un par de minutos en el baño para no tener que ir juntos a la oficina. No quería que las personas malinterpretaran las cosas, sólo eran dos sujetos que asistían a la misma cafetería y trabajaban en la misma área de la empresa.

"Buenos días" saludó el otro. A Yuuri no dejaba de sorprenderle que el olor de Victor no fuese tan fuerte como el de los otros alfas. ¿Tomaría algún tipo de medicamento para disminuirlo?

Desde que Victor había llegado a la oficina, todos y todas las omegas estuvieron deleitadas y deleitados por él. Intentaron a toda costa saber su vida personal pero él era muy discreto, lo único que conocían es que es ruso (cosa que para él era evidente por el acento) y que era soltero.

No le parecía que fuese una mala persona, ¿cómo podía serlo si tenía una sonrisa de corazón? Pero prefería mantener su distancia.

"Buenos días" se levantó en cuanto vio al último cliente salir de la cafetería y nuevamente se acercó a la barra donde Chris deslizó su termo con el café recién hecho.

"Victor" dijo el otro con una sonrisa traviesa en los labios, como si conociera todos los secretos del alfa "Que sorpresa verte por aquí"

Y antes de que el aludido pudiera responder, se giró murmurando la bebida de Victor: moka capuchino con un shot de expresso extra.

"Vengo diario" explicó el otro ante la mirada de Yuuri.

"Ah"

No es que le interesara demasiado pero esperaba que Victor no pensara que era grosero a propósito, era una persona introvertida y no confiaba en los demás con facilidad.

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⏰ Última atualização: Feb 15, 2022 ⏰

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