Back Again - Dylan Sprouse y tú

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Tengo miedo.

Miedo de que nuestra relación se vuelva tóxica...

Amo a Dylan y mucho, pero cada vez que pasa algo, una discusión o que no nos hablamos por horas es uno de mis mayores miedos...

[...]

Mañana es 4 de Julio, mi cumpleaños, que bien...

Estoy cien por ciento segura de que será como los demás cumpleaños.

En este momento me encuentro en la cama... leyendo, como siempre.

— _______ querida — Dylan se asomó sonriente por el marco de la puerta.

— Dylan de mi alma — Sonreí y frunció el ceño.

— Oye yo te dije de una forma más tierna. — Alzó una ceja como un niño.

— Lo siento lo siento. Ya pero, ¿que pasó?

— Prepara tus maletas, ¡nos vamos de viaje! — Me entregó el boleto de avión, yo estaba boquiabierta.

— ¿¡A MIAMI?! — Grité sorprendida y feliz... muy feliz.

— ¡Si! El vuelo sale en 4 horas, tus maletas señorita.

— ¿Por cuanto nos vamos?

— Dos semanas.

— Pero mañana es 4 de Julio

— Por eso mismo — Alzó una ceja obvio y burlón. — Iremos solo tú y yo contra el mundo, agradecería que hicieras tus maletas. — Dijo entrando al clóset y sacando mi maleta más grande. — Hecha lo que necesites y... deja espacio para los regalos. — Yo solo reía.

— Está bien voy a empacar. — Sonreí.

— Genial, porque yo también.

— ¡Oye! ¿Me insistes para que empaque y tu aún no lo haces? — Me hice la indignada.

— Ehhh ¡Bomba de humo! — Entró al armario.

— Estás agarrando muchas actitudes de Usopp últimamente — Reí.

— Ñe, me voy más por Zoro. — Dijo desde adentro sacando su maleta, entré al armario para sacar mi ropa.

— Pero si apenas duermes!

— Zoro dije!

Empacamos lo justo y necesario para dos semanas.

Apenas avisamos que nos iríamos, nos subimos al auto y nos fuimos.

Puse música para el trayecto al aeropuerto, fuimos cantando y haciendo dramatizaciones —muy dramáticas—.

Llegamos al aeropuerto, hicimos los "tramites" antes de subir al avión y abordamos finalmente.

El viaje fue bastante corto, una hora y unos pocos minutos.

Carolina del Norte y Miami están a solo 1091 Kilómetros de distancia así que no es tanta la distancia.

Bajamos del avión.

— ¿Dónde nos quedaremos Dyl?

— Renté una casa por el tiempo que estaremos aquí. — Sonrió

— No dejas de sorprenderme Sprouse. — Lo abracé por el cuello y le di un tierno beso en lo que aparecían nuestras maletas.