• 062 •

135 20 0
                                    

Mi primera reacción fue emocionarme y llorar, lo abracé, lo tomé del rostro, le di muchos besos.

— ¡Si quiero casarme contigo! — Me abrazó por la cintura y me alzó, nos besamos en cuanto nos separamos del abrazo. — Es en serio, ¿verdad?

— ¡Por supuesto que si!

— ¡Ay nos vamos a casar! — Lo abracé una última vez.

— ¿Actuamos normal?

— Que lo note el que lo note — Nos miramos cómplices y entrelazamos nuestras manos para volver a la fiesta.

— ¿Que pasó chicos? — Se acercó Mads

— Una pequeña conversación. — Tenía un mechón en la cara así que me lo saqué... con la mano en la que tenía el anillo.

— ¿QUÉ ES ESO? — Me tomó la mano y me vio el anillo. Su expresión fue de sorpresa, después me miró y entrecerró los ojos. — No me pensaban decir nada.

— Obviamente te iba a decir aunque no lo notaras Mads, casi me arrancas la mano.

— Bueno... ¡Felicidades! — Cambió su expresión a una muy sonriente, reí leve y nos abrazó a los dos al mismo tiempo. — Bueno ustedes ven cuando me hacen tía.

— Aún es muy pronto Mads — Reímos.

— Por eso, ustedes ven, bueno los dejo, debo seguir disfrutando mi boda. — Rió y se fue

— Tiene muy buen ojo. — Me rodeó con el brazo.

— Esa es la Mads que conozco de hace más de diez años.

— Amistades como la de ustedes valen la pena. — Besó mi cabeza. — ¿Como la pasaron anoche?

— Muy bien, ¿Que hay de ustedes?

— También estuvo entretenido.

— ¿No hubo nada inusual?

— No, nada, la verdad todos la pasamos muy bien.

— Te dieron ganas de tener tu despedida de soltero — Reímos. — Pronto tendrás la tuya, no te preocupes. — Sonreí queriendo reírme, nos dimos un corto beso y fuimos a bailar.

Después de muchas horas la gente comenzó a irse, aún estaban los padres de Mads y el padre de Cole y Dylan

Y como era de esperarse... nos estábamos cayendo de lo ebrios que estábamos todos.

— Ya deberíamos irnos a nuestras habitaciones, ¿no? — Preguntó Cami

— Deberíamos — Respondí

— Además creo que la fiesta terminó — Añadió Camila de nuevo

— Oigan no! La fiesta no ha terminado porque aún hay gente. — Dijo KJ

— Vaya lógica KJ, ¿Cómo no lo pensé antes?

— Oye _____ no noté que traías un anillo.

— Si porque no lo tenía cuando llegamos.

— No entiendo.

— Ni yo.

Terminamos por irnos a nuestras respectivas habitaciones.

[...]

Al otro día me desperté con un dolor de cabeza terrible, lo primero que hice fue llevarme la mano a la cabeza. Volteé y Dylan seguía profundamente dormido, lo que yo quería era seguir durmiendo pero a la vez quería despertarlo, la combinación perfecta es dormirme sobre él.

Puse mi cabeza en su pecho y lo abracé, sentí su mano en mi cabeza. Me terminé quedando dormida.

[...]

Cuando volví a despertar estaba exactamente igual a cuando me dormí, pero esta vez ambos nos despertamos.

— Buenos días

— Buenos... ¿Que hora es?

— Las... once.

— Que poco dormí.

— Igual yo

— Subimos casi a las seis de la mañana. — Se llevó la mano a la cabeza. — Debemos levantarnos — Dije con flojera. 

— ¿Por qué?

— Mads y Cole se van por dos semanas, ¿recuerdas?

— Cierto

— Bueno, a levantarse. — Me levanté.

— ¿No te duele nada?

— Ya me dolió lo suficiente.

[...]

Nos bañamos, nos vestimos y bajamos para reunirnos con los demás.

— Ya nos vamos — Dijo Mads.

— Pásenla excelente y disfruten sus dos semanas antes de volver al trabajo. — Les dije y sonreí.

Unos minutos después se fueron, nosotros debíamos preparar todo para volver a casa.

Back Again - Dylan Sprouse y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora