Capítulo 17: Un cambio de planes

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(Mientras tanto...)

Aurora estaba despertando luego del fuerte golpe que recibió de Arborik. Estaba segura de no querer pelear con el monstruo para prevenir alguna especie de cambio, pero... ese golpe le dolió bastante... ¿o no? el dolor se estaba empezando a desaparecer. Lentamente, abrió los ojos.

Se encontraba dentro de lo que parecía un árbol de la arboleda antigua, pero era muy diferente de lo que uno se vería por fuera: el espacio era bastante amplio y la mayoría de las paredes estaban cubiertas de enredaderas y decoradas con flores verdes y celestes. También pudo ver una cama de paja grande cerca de donde ella estaba echada y había un par de cuencos de madera (uno contenía algo de agua pura y los otro frutos y algunas setas). Una extraña luz blanca procedía de algún lugar. Enfocando la mirada, encontró a un dragón blanco emanando un cálido y puro maná hacia el costado de su cuerpo, donde había sido golpeada.

Sin embargo, la impresión la hizo asustarse y saltar hacia atrás. El dragón blanco también se percató de ello, pero solo se limitó a decir:

"Woah, lo siento. Sé que fue algo vulgar acercarme sin tu permiso, pero estabas lastimada"

"Un dragón de luz..." musitó Aurora sorprendida, "¿Me curaste?"

"Bueno, aún no completamente, pero si me dejas terminar, lo haré"

"Oh, sí... lo siento"

Aurora dejó que el dragón volviera a acercar sus garras a su cuerpo para que le terminara de curar. Mientras estaban en el proceso, la joven dragona notó que era más o menos de su misma edad: un joven dragón.

"Disculpa, ¿cómo te llamas?" preguntó.

"Oh! Que rudeza la mía..." se disculpó el joven dragón, "Me llamo Sam, ¿cómo te llamas tú?"

"Aurora"

"Aurora..." rió un poco Sam, "Lindo nombre"

"Gracias" se sonrojó un poco Aurora, a lo que Sam también lo hizo, "Así que es tu habilidad como dragón de luz... ¿sanar a los demás?"

"Bueno, eso me enseñó mi mamá... siempre que me lastimaba cuando me chocaba con un árbol o cuando esas criaturas del bosque me lastimaban, ella me curaba. Pero, es todo lo que aprendí de ella..."

Aurora vio la cara de tristeza en Sam y casi inmediatamente comprendió.

"¿Qué sucedió con ella?" preguntó con cuidado.

"Era pequeño cuando tuvimos que huir. Mis padres y yo estábamos siendo cazados por el ejército oscuro y entonces, mi papá se sacrificó para que mi mamá y yo escapáramos aquí..."

Hubo una pausa en la que se podía percibir un aire de dolor en el ambiente.

"Mi mamá y yo vivimos aquí por unos años. Luego, hace un año, los sabuesos muertos fueron amaestrados por los simios y buscaron por toda la arboleda. Mamá trató de llevarlos a un lugar seguro, pero se topó con ese gigantesco monstruo que te atacó..."

"Te refieres a Arborik, ¿verdad?"

"¿Esa cosa tiene nombre? bueno, mamá nunca me lo dijo. En fin, mamá fue alcanzada por un golpe de Arborik y luego... él la mató..."

"Oh... lo siento"

"Descuida, al menos... esta vez me alegra haber salvado a alguien atacado por ese monstruo... Mira, ya estas curada"

Aurora se dio cuenta de que el dolor había desaparecido.

"Muchas gracias" dijo.

"Descuida..."

La Leyenda de Spyro, La Última GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora