¡ HEY TU ! , Egocentrico, ¡Te quiero! [ YA EN Amazon]

CAPITULO IIXX

Ella.

30 de septiembre un día como hoy dúos se llevó no sólo a mi mejor amigo se llevó a mi héroe,mi príncipe mi mundo entero en esta fecha siempre voy sin falta a visitarlo a llevarle flores y a conversar con él y recordar nuestros momentos bonitos,luego paso por la casa que era mi hogar donde hacía vida con ellos pero este año gracias a Agustín será diferente

No solo me insistió en que fuera con el si no que a bien advirtió de seguirme a todo lado si no aceptaba así que no me quedó más remedio que ir con él en su auto—suelto un suspiro largo con la mirada puesta en la carretera

Erick tiene razón debo darme una oportunidad y ser feliz,quizá y sea todo lo que necesite para borrar un poco la tristeza de mi corazón,al abuelo siempre lo llevó conmigo y sé que está presente donde quiera que voy por ello no me preocupo—poco después descubro que me ha traído al cementerio donde están mis abuelos  niego derrotada

— No tenias que molestarte en traerme aquí— hablo y las manos me sudan

— No me molesta de hecho estoy pensando si fue una buena idea traerte aquí—habla rascando su nuca

Nunca nadie se había tomado el atrevimiento de acompañarme a visitar a mis abuelos y el que mi ahora esposo lo haga le da unos cuantos puntos pues ahora se que puedo contar con el para hacerlo

— ¿Quieres entrar? — pregunta y asiento

— Si—respondo

— Creo que no debí traerte sin tu consentimiento a este lugar—dice nervioso y niego

— Igual vendría por mi cuenta—explico entrelazando mi mano con la suya—Además nunca nadie me obliga a hacer algo que yo no quiero como ya sabes,siempre hago lo que me da la gana

— ¿Si entiendes?—pregunto y este sonríe

— Vamos

Al llegar a la tumba de mis abuelos dejo a Agustín a unos metros de mi y me permito arrodillarme y dejar caer mis lágrimas libremente,pues en este lugar con ellos es donde me permito ser libre y expresar todo lo que siento

— Hola mi príncipe y mi mani—sonrio triste  pasando mi mano por la placa con sus nombres

— Hoy no vengo sola...—Agustin me observa curioso—¿Recuerdan al idiota que les comenté?—el mencionado enarca una ceja

— Ya se que si estuvieran conmigo me dirían algo como "Eisa esos no son los modales que te enseñamos"—me rio

— Pero aquí estamos y no me siento tan triste con alguien acompañándome, saben...

Comienzo a recordar sus risas y los desayunos en familia antes de la escuela y de sus ocupaciones ,recuerdo a mi abuela salvándome de los regaños de Max y dándome dulces para luego por la noche llevarme al médico por dolor de panza—sigo sonriendo con las lágrimas corriendo por mi rostro

— Ya sé que esos momentos con ustedes no volverán más pues un día como hoy te fuiste de este plano pero siempre te llevare en mi corazón y tu maní luego te fuiste tras él un año después para acompañarlo como siempre juntos hasta el final—sollozo y Agustín se posa a mi lado

— Me dejaron aquí,y creí que con el tiempo superaría su partida o al menos ya no dolería tanto pero sigue doliendo como el primer día...

Los extraño demasiado son mi punto débil son la única familia que tuve y tendré siempre y jamás en la vida los voy a olvidar,si llego a tener hijos les hablaré sobre ellos les contaré todas las historias que me contaban antes de dormir y les daré los buenos días como ellos me los daban a mi al despertar

— Allison también se fue con ustedes y saben recordé lo que siempre decías maní—susurro nostálgica

— En este mundo hay personas malas y buenas,acepté que todas las personas que quiero se van de pronto sin avisar y luego debo reparar yo misma mis pedazos rotos—digo con voz quebrada—Pero tranquilos siempre puedo yo sola hoy se cumplen trece años de tu partida y me haces más falta que nunca créeme

— Al principio pensé que el mundo me odiaba y decidió dejarme sola para hacerme sufrir más pero luego entendí que ese  es el ciclo de la vida y debo vivirla a como dé lugar y disfrutar del proceso

— Fui lastimada por las personas que se suponía eran mi familia y entendí muchas cosas de esta vida

— Pero a pesar de todo la vida me dio a alguien lo cual creo es un buen regalo—miro con recelo al hombre a mi lado

— Conocí a cierto hombre que me hace sonreír de vez en cuando y se preocupa por mi—sonrio—¿Pueden creer que aún tiene paciencia para mi carácter?

— Hice nuevos amigos y conocí nuevos lugares y todo se lo debo a él creo que fue un regalo de ustedes para quitarme un poco la tristeza así que gracias...

— Acepte una total apuesta donde se supone me voy a enamorar de el pero eso esta en veremos— advierto

— Puedo confiar en alguien después de mucho tiempo y se que es un gran logro — digo orgullosa— He comenzado a aceptar que ya no están conmigo físicamente pero sí en mi mente y mi corazón y me ha dolido un poco menos pues se que a donde quiera que vaya ustedes estarán conmigo

Me levanto abrazándome a mi misma—Abu,Maní vendré más seguido y siempre hablaré con ustedes ya saben que nunca los voy a olvidar,quizá se me pase algún día pero no será en vano pues estaré trabajando en reconstruir mi corazón desecho...

Cumpliré todas las promesas que les he dicho y ninguna la voy a olvidar jamás — Un carraspeo me trae de vuelta a la realidad

— ¿Te sientes mejor?— pregunta rodeando mi cintura con sus brazos

— Sí,esto ha sido liberador,era lo que necesitaba hacer siempre que estoy mal vengo aquí y converso con ellos me hace sentir mejor — explico

— Entiendo — asiente

— Sabes quiero que tengas en cuenta que te acabo de mostrar mi gran debilidad nunca había llegado a este nivel de confianza con alguien como para que me viera llorar y contarle mi vida así que no arruines esto por favor—le pido

— Haré todo lo posible por no hacerte daño mi rebelde

— Esta bien y que sepas que seguiré haciéndote bromas y dándote apodos de eso no te salvara— lo señalo divertida

— Lo sé si no lo hicieras no serias la rebelde que tanto adoro — susurra cerca de mis labios

— No seas cursi...

— Deja de ser tan cerrada que en el fondo habita la dulce — deja un beso en mi mejilla y me sonrojo—Y romántica Ella Henderson de Adams...— Deja otro beso

— Mi esposa.

Le dedico una mirada de pocos amigos y este solo se limita a sonreír

— ¿A dónde más quieres ir? — pregunta

— De hecho si quiero ir a un lugar— digo

— Peeeero yo conduzco — le saco las llaves del auto del bolsillo  y me subo al asiento del conductor

Una vez dentro Agustín me dedica una de sus miradas de advertencia

— Lo aboyas o le haces un mínimo rasguño y ya verás las consecuencias—advierte

— Deja de llorar — rio — No es como si fuese a partir los vidrios con una piedra

— Sería una bonita casualidad — dice haciendo referencia a cuando nos vimos por primera vez

— Solo debo decir que eres un egocéntrico exagerado—niego encendiendo el auto

— Mejor no digo nada...— niega

Acelero y tomo rumbo a nuestro próximo destino con las ventanas abajo y el viento dándonos en la cara