Capítulo 15

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Otro día más sin ir a la universidad,bueno al menos era mejor estar encerrado en su habitación que estar escuchando las burlas de todos sus compañeros de generación.

Escuchó como alguien entraba sin tocar a su habitación,dió la vuelta contrariado viendo a su padre entrar sosteniendo una pequeña caja con un listón rojo encima.

--" Buen día padre ..."-- saludo por cortesía, porque luego de todo lo ocurrido el día anterior no tenía ánimos de dirigirle la palabra.

--" Aún sigues en la cama,no puedo creerlo. Levántate y ve a la universidad"--- ordeno antes de dejar la caja sobre la mesa de noche e ir a su vestier.

--" También vas a obligarme a eso...?"-- grito incrédulo.

---" Pensé que solo querías que arreglará mi aspecto,para que ya no te avergonzaras más de mi"--

--" Es importante que termines tu carrera,quiero que ese vago que tenía como hijo quedé en el pasado y ahora sea el nacimiento de un nuevo Fernando. Un hombre implacable,fuerte y valiente"-- dijo antes de colocar a los pies de la cama unos pantalones de vestir negros y una camisa corta.

Implacable,fuerte y valiente. Esas palabras resonaron en su cabeza. Su padre tenía razón,por primera vez la tuvo,debía ser valiente y no esconderse de los problemas y las humillaciones.

La caja fue puesta en sus manos sacándolo por completo de sus cavilaciones.

--" Que es esto...?"--

--" Porque no lo averiguas tu mismo...?"--

Curioso quitó el moño de la tapadera,luego abrió la caja. Extrañado saco unas llaves de lo que parecía ser de un auto.

--" Las llaves de un auto...?"-- preguntó extrañado.

---" Son las llaves de tu nuevo auto..."-- dijo Rodolfo antes de abrir la ventana que comunicaba al balcón.

Sorprendido no hizo más que levantarse de su cama para ir junto a su padre.

Cuando salió al balcón quedó sin habla al ver un elegante Lamborghini color azul estacionado en la entrada de la casa con un enorme moño encima del cofre.

--" Desde ahora la motocicleta quedó atrás,ahora este será tu medio de transporte..."-- dijo señalando el auto.

Su motocicleta,que había pasado con su motocicleta. Ese vehículo de dos ruedas a quien tanto amaba,es más podía jurar que era como un hijo para el,con ella vivió tantas cosas,tenía tantos recuerdos atesorados y ahora su padre la reemplazo por un auto.

--" Que hiciste con ella...?"-- logró articular antes que se le quebrara la voz.

--" No la regale si eso piensas,tampoco me deshice de ella porque se lo que significa esa motocicleta para ti,solo quiero que empieces a usar el auto que he adquirido para ti. Mande a guardarla en un lugar seguro"- dijo encogiéndose de hombros.

--" Pues no quiero tu maldito auto,y quiero que me regreses mi motocicleta"-- literalmente le tiró las llaves en la cara,veía furioso a su padre mientras hiperventilaba de furia.

Rodolfo tranquilamente recogió las llaves del suelo mientras de dirigía de nuevo adentro. Fernando la siguió. Dejo las llaves de nuevo sobre la cama para luego dirigirse a la salida de la habitación.

--" Date un baño,vístete y baja a desayunar. Hoy conduciras a la universidad en tu nuevo auto porque quieras o no tendrás que aceptarlo. Y si no le haces,ya sabes a qué atenerte..."-- dijo dándole un ultimátum saliendo por completo de la habitación.

Su respiración se volvió erratica, mientras empuñaba ambas manos,el grito que salió de su garganta amenazaba con dejarlo ronco.

Se dejó caer de rodillas al suelo,llorando desconsolado mientras que llevaba ambas manos para cubrir su rostro. Por más que exigía que le dijeran la verdad sobre el porque querían convertirlo en otra persona solo le daban largas o le decían que se lo dirían a su tiempo.

No sabía si podía pisar de nuevo la universidad sin acobardarse,sin sentir la rabia contra aquella chica que había arruinado la vida,no sabía si podía controlarse si escuchaba que alguien se riera de el.

Un hombre implacable y valiente,aquellas palabras resonaron en su cabeza,era un Colunga y nunca fue un cobarde. Lo obligaron a cambiar de forma de vestir,le dieron un nuevo look,un nuevo auto y lo obligarian a acabar la carrera cuando era lo que menos quería,no sabía si podía acostumbrarse a todo eso,pero era eso o acabar desheredado.

Pues bien, el Fernando vago, terriblemente vestido quedaría en el pasado,aquel joven del que sus padres se avergonzaban quedaría enterrado tres metros bajo tierra.

Esa mañana nació un nuevo Fernando,un ser implacable,fuerte y valiente,un ser quien no le temblaría la mano y tampoco se tentaria el corazón para destruir a sus enemigos.

Se limpio el rostro empapado en lágrimas mientras se levantaba del piso para ir a darse un baño.

Otro día más librada de la presencia de Fernando,almenos eso le daba un respiro a su alma. El tiempo con el señor James escuchando su aburrida clase de estadística estaba por acabar. 

Se sintió en la gloria cuando escucho finalmente la campanilla que anunciaba que las clases finalmente habian acabado. Resopló de satisfacción mientras se disponía a guardar sus libros,apuntes y demás dentro de su mochila.

--" Oye Lu,como eres la genio del salón,que tal si me invitas a tu casa para que me expliques la clase de hoy...?"-- Gaby veía atenta como su mejor amiga terminaba de acomodar todas sus cosas dentro de su mochila.

--" De acuerdo Gabriela,es más te invito almorzar y luego hacemos la tarea juntas y puedo explicarte todo lo que quieras"-- tomó su mochila para colocarla en su hombro mientras salían del salón como lo hacían todos los demás.

Lu buscaba un par de pistas en su iPhone para luego colocarse sus cascos a los oídos.

Iba tan concentrada en el móvil que ni siquiera escuchó cuando Gaby le estaba hablando.

--" Que te sucede...?'-- preguntó desconcertada cuando sintió como su amiga le proporcionaba un golpe en el hombro.

Horrorizada dejó caer su iPhone al piso,abrió los ojos en una mueca desorbitante mientras que sintió como el aire comenzaba a faltarle.

Fernando Colunga hizo su entrada a la universidad,pensaba que todos se reirian de el,que recibiría burlas o quizá escucharía alguno que otro apodo. Pero no,lo único que recibió a su encuentro fueron miradas de sorpresa,susurros de algunos preguntándose si aquel chico con facha de vago, y este joven tan apuesto eran la misma persona.

--" Ya viste,el chico vago y con facha de delincuente ha desaparecido"-- Gaby finalmente pudo articular palabra mientras que su amiga aún seguía en la luna.

--" Vaya quien lo diría,detrás de ese malviviente que teníamos como compañero había todo un apuesto y guapo chico"--  dijo mientras mordía su labio inferior viendo con atención como Fernando hacia su entrada a la facultad.

Rogaba a alguna fuerza sobrenatural que la hiciera desaparecer por arte de magia de ese lugar,o quizá Fernando ya la habría perdonado y seguiría como antes ignorandola.

Se equivocó en todas las opciones, Fernando lentamente se acercó a dónde ambas amigas permanecían paradas mientras que lentamente se despojaba de sus gafas negras de sol.

--" Volví,o acaso pensaste que ibas a deshacerte de mi tan fácil niña ingenua...?"-- su tono de voz era dura mientras que la veía con una expresión de furia.

--" Yo..."-- su lengua se enredaba por si sola,respiraba erraticamente,ahora en verdad temía por su vida.

Gaby escaneaba minuciosamente a Fernando, definitivamente aquel chico era otro,vestido elegantemente,y ni que decir de su colonia,el aroma que casi hace que se enamorare de el,olía exquisito.

"Acaso te quedaste muda,o como dicen por allí te comió la lengua el ratón...?"-- volvió a ponerse sus gafas mientras cruzaba los brazos.

Cómo articular palabra,si sentía que se le había olvidado como hablar el idioma español,lo único que podía sentir en ese momento era miedo y angustia. Se juro asimisma que sería valiente,pero la valentía nunca llegó a ella.

--" Así que Lucía no quiere  hablar,bueno ya lo hará..."-- dijo antes de seguir con su destino a la oficina del director y plantearle algún argumento sobre porque había faltado a la universidad.

𝘌𝘓 𝘗𝘓𝘈𝘊𝘌𝘙 𝘋𝘌 𝘖𝘋𝘐𝘈𝘙𝘚𝘌 ® Donde viven las historias. Descúbrelo ahora