Petunia | Aidan Gallagher

cap. 5

 "El mejor recorrido"

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Lucas tomó mi mano y nos escabullimos entre la multitud de alumnos para conseguir mi almuerzo. Llegamos justo a la puerta que daba con la cocina de la cafetería y Lucas entro, yo me solté de su agarre.

—No podemos entrar ahí, es solo para personal autorizado —digo señalando el cartel pegado a la puerta.

—No te preocupes, entre aquí cientos de veces. Te digo que soy amigo de la cocinera. Vamos entra.. —lo dudo por unos segundos, pero lo dijo con una dulzura y sinceridad que me hace creer en sus palabras. Me abre la puerta como el caballero que es y decido entrar.

—¡Thomson! ¿Qué haces por aquí? —Lo saluda una señora de cuarenta años cálculo yo. Llenita, pelirroja, con unos ojos azules preciosos, juro que podrías ver el mar a través de ellos y con una voz tan dulce como ella lucia.

—¡Margaret! Fíjate que traigo a mí.. —parece buscar el nombre apropiado para presentarme con la cocinera —compañera para que venga a elegir su almuerzo. Es nueva y no sabe como funciona la escuela todavía. ¿Nos puedes ayudar querida? 

—Claro que si Thomson, pero por favor dime como se llama esta belleza —siento mis mejillas ruborizarse, la gente en México solía decirme lo bonita que era, gracias a mi madre. Parecíamos hermanas, pues en ocasiones, conocidos de la familia nos confundían. Pero en Nueva York, nadie me había hecho un cumplido.

—Claro que sí, ella es ____ Jordan, pero cuidado, que es de México y tiene su carácter —dice poniéndose del lado de Margaret.

—¿De México? Vaya eso explica tu belleza querida, un consejo.. con este muchachito tienes que ser paciente que se inventa cada cosa —solo me ruborizo más y le ofrezco una sonrisa de oreja a oreja.

—Muchas gracias por el cumplido Señora Margaret y también por el consejo, lo tomaré en cuenta.

—Oh por favor querida llámame Margaret y háblame de tú que me siento vieja, que aunque sé que lo estoy.. a una le gusta engañarse —suelto una carcajada ante su comentario.

—Bueno un gusto conocerte, Margaret —le extiendo mi mano.

—El gusto es mío ___ —toma mi mano con delicadeza y le da un apretón.

—Por favor dime que se te antoja de todo lo que vez —con un gesto me señala el mostrador donde está el buffet.

—Me gustaría tener algo dulce ¿alguna recomendación?

—El Croissant relleno de Nutella es una delicia —comenta Lucas.

—Thomson tiene razón y estas de suerte que justo están recién hechos.

—Bueno en ese caso, me gustaría tener uno por favor.

Margaret sirve el Croissant en mi bandeja y me ofrece una cálida sonrisa. —¿Y qué bebida gustas tener?

—¿Qué hay?

—Bueno mi niña acompáñame a la sección de los refrigerios —nos dirigimos hasta el otro extremo de la cocina. —Aquí hay variedad, desde agua natural hasta un café helado o refrescó.

Paso mi mirada por cada una de las bebidas, no se me apetece ni un refresco, ni un jugo. Tengo ganas de café así que me decido por un Starbucks frappuccino de Vainilla.