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Alfa

—Los expectadores están aumentando —avisó uno de mis trabajadores emocionado visualizando una de sus pantallas.

—¿Cree que pueda terminar el juego con vida, jefe? —preguntó Marco, mi guardaespaldas de confianza.

—No lo sé. Espero que sí —respondí con preocupación.

Miré en la pantalla a Aaron y a Brent sacar a Olivia del contenedor al que había sido arrastrada. Su suéter lila tenía manchas de sangre por enfrente y manchas de polvo y suciedad por detrás.

—Los latidos de la chica están aumentando a más de cien —informó otro trabajador—. Hemos llegado a cincuenta mil expectadores.

La entrada de Olivia al juego había aumentado los expectadores considerablemente, revasando el récord de cuarenta mil. Cada persona pagaba una muy fuerte suma de dinero con tal de ver treinta minutos de asesinatos y peleas ilegales.

Incluso dentro del club, había una sala especial para mirar el juego. Muchos hombres morbosos y ricos estaban dispuestos a pagar lo que sea, y no dudaron cuando se enteraron de la entrada de Olivia.

El que Aaron y Brent estuvieran dentro del juego, me hizo tomar la decisión de ponerla a prueba, necesitaba ver sus capacidades para arreglárselas sola en un mundo en el cual iba a ser fuertemente buscada. Un mundo en donde Evan le pisaría los talones.

Después de que Olivia y los gemelos hablaran, decidieron separarse.

—Acerca la imagen de Olivia.

Al acercar la imagen me percaté de la sangre que escurría por su mano. Era su propia sangre, estaba herida.

—Sesenta mil expectadores.

—Abran la cámara de Olivia y activen el audio solo para nosotros.

En una de las pantallas veíamos lo que ella veía y escuchábamos como murmuraba una canción en lo que caminaba con cautela de vuelta al centro.

—El hombre del faro, está contaminado... Su corazón latió, p-pero nunca se frenó...

—Sus latidos están bajando.

Se topó con un cuerpo a un lado de un árbol.

Espero no terminar como tú.

Sonreí, negando con la cabeza. Olivia tomó asiento detrás del árbol a un lado del cuerpo.

—Quedan tres personas dentro del campo. Cuatro con ella.

¿En dónde crees que esté Evan ahora? —le preguntó al cuerpo—. Maldito psicópata, él sería perfecto en este juego. Mierda, no es un juego. ¿Qué pensará tu familia? Tal vez te están esperando en casa con una cena caliente. Yo ni siquiera puedo tomar algo de la cocina o me meten a la caja.

La caja.

Sentía lástima por lo que Olivia confesaba. La caja era un método de tortura muy usado por los Clarke, incluso pasaban tres días hasta que sus cuerpos necesitaban agua y estuvieran a punto de morir. Me preguntaba cuántos días había pasado Olivia ahí.

Tal vez buscabas ganar este juego con el fin de darle el dinero a tu familia.

Buscó en los bolsillo del joven y encontró una fotografía la cual miramos todos. Era él junto a una pequeña en silla de ruedas y una mujer de avanzada edad.

Después tomó su identificación y guardó ambas cosas en el bolsillo trasero de su pantalón.

Deberían preguntar las razones por las que entretienen a esos bastardos. Bueno, Felipe, no será la primera vez que gano dinero para regalarlo.

Olivia se levantó de ahí y caminó con cautela hasta el centro.

—Quedan cinco minutos para que termine.

—Si es necesario, aplacen el tiempo —ordené.

Aaron, Brent y otros más, ya habían llegado a la final. Solo quedaba Olivia junto a T.J, el hombre más agresivo y el consecutivo ganador del juego.

El último ganador según las posibilidades, sería él, ya que no había persona que pudiera salvarse de sus infalibles técnicas de asesinato.

Olivia era mujer, pequeña a su lado, nada experimentada y sin un arma. En conclusión, Olivia estaba muerta.

Los aliados [GAMEOVER 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora