La Felicidad

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La historia era otra, al menos había cambiado, de las grandes urbes europeas de pleno siglo XX la joven Drina estaba en América. La ciudad de Nueva York se había convertido en una nueva casa para ella y en un hogar para su joven hija. Habían pasado 10 años todo era diferente. Ella en América y su hermano en Rusia, ambos administraban los negocios de la familia, ambos habían echo sus vidas, la familia Kanfrank, crecía. Se aproximaba un aniversario de vida o más simplemente el cumpleaños de el padre de Drina y abuelo de la joven Cristal. Una niña de unos hermosos hojos verdad que brillaban más que la más fina de las esmeraldas,  un cabello largo y castaño, finas facciones y la más dulce de las formas de ser. Drina trabajando como siempre, todo marcha a la perfección, al menos en la compañía. Se prepara la ya no tan joven Drina y su bella hija Cristal para su primer viaje a Europa desde el nacimiento de Cristal. Su hermano hacía lo mismo, el y su familia ya establecida en Rusia estaban listos para tu viaje. Será el aniversario 50 de vida de su padre o aún más sencillo su cumple. Hace mucho que no se reúne la familia, pero a pesar del tiempo estaban mejor que nunca.
Drina se siente bien después de su dolorosa separación. Este viaje es su mejor forma de despejar. La hermana menor de los Kanfrank era feliz, al menos ahora sí. Tenía todo lo que podía desear, una familia cariñosa, un buen empleo y lo más importante su adorada hija, ambas juegan en su apartamento en uno de los nuevos edificios que la ciudad ve crecer. Mientras, en los muelles de la urbe un nuevo transatlántico, listo para zarpar espera a los pocos pasajeros restantes. La joven Drina en su casa con su hija termina de hacer los preparativos y salen en su auto hacia el puerto.

Sus siguientes aventuras estaban cerca, el amor estaba en el aire. En el puerto ambas de la mano suben al gran Transatlántico, un barco con los grandes adelantos de la época tenía gimnasio, piscina, incluso un teatro. Una vez en el barco Drina y su joven hija van hacia su camarote y allí desempacan las maletas, estarían en el mar unos 16 días hasta llegar a Francia. La joven Drina va con Cristal a una de las cubiertas, su plan pasar el día entero disfrutando. Drina vio algo nuevo, una guardería un lugar donde los niños se divertían y jugaban mientras que sus padres se relajaban y disfrutaban del viaje, al fin y al cabo era un crucero.

Drina pasó toda la tarde en la cubierta disfrutando de las brisas del Océano Atlántico. En la noche avía una fiesta. La joven en su camarote se prepara, se engalana y llega a la fiesta donde se encuentra con alguien que no pensaba ver su vieja amiga Emma las cuales apenas y si viéndose se lanzaron una encima de la otra y se abrazaron, pasarían la fiesta juntas y  se relajarían. En el medio del salón, la música alegraba todo el ambiente, un joven se acerca y dice a Drian:

- Quiere bailar?

-Gracias pero estoy bien.

-Alguna bebida?

-Si tal ves algo..

Rápidamente otro joven uno de los jefes del barco se acerca y dice a la joven Drina:

-La está molestando?

-No, no gracias

-Solo quiero invitar a la joven a beber algo

-Seguridad por favor saquen a este señor del salón.

-Sueltenme!

-Si sí saquenlo de aquí.

El joven ahora que ya había despejado el terreno por decirlo de alguna manera, le dice a Drian:

-Usted quisiera tener una cena con migo, mañana, a las 7:00 PM, en el restaurante del barco.

Esto el joven lo dice besando la mano de la joven Drina. La joven apenada y sin saber que decir en un instante dice "Sí". El joven se retira apenas sin intercambiar más de 15 palabras tenía una cita, o algo así.

Emma se acerca y le dice "Que eficiencia amiga mía". Ambas se ríen y Drina pasa el resto de la noche pensando en como era posible que estuviera pensando en otro hombre, su hija estaba en un lugar donde la cuidaban pero no estaban juntas.
Emma le dice:

-No te preocupes!

-¿De qué?
 
-Se en que piensas.

-Me conoces demasiado bien.

-Si, es cierto, tienes que pensar menos en las cosas y vivir más.

-Es cierto, iré mañana a la cena y la pasaré bien!

- Esa es la actitud.

Emma y Drina pasaron el resto de la noche juntas y se distrajeron el día siguiente paso más rápido que un día normal ¿Sería por la la preocupación de la cena? Tal vez.

Drina se arregla, se viste con un vestido largo de color azul muy brillante, esta más bella que nunca le dice Emma. Coge su bolso y va al restaurante del Transatlántico. Una vez allí, el joven ya estaba en una mesa, un joven muy alto, de pelo muy negro, hojos oscuros y una sonrisa única. El joven se para saluda a Drina en la mejilla saca una silla para que Drina se siente y ambos una vez en la mesa ordenan la comida. No se sabía cuál de los dos estaba más nervioso ni sabían sus nombres, solo eran dos viajeros de un barco. Drina pregunta al joven:

-¿Como te llamas caballero misterioso?

- Peter, Peter Aland

-Peter Aland, cómo el dueño de la compañía de barcos. Oh eres tú.

-Si soy yo.

-¿Y tu bella joven, como te llamas?

-Drina Kanfrank.

-¿Kanfrank? Como la gran constructora.

-Si, soy hija de los dueños y me encargo de los negocios en América.

Los dos jóvenes se conocieron fue algo único era como si fueran uno para el otro. Después de salir del restaurante ambos salieron a la cubierta del barco, ambos miraban la luna llena y se apoyaban en la barandilla y en unos minutos de silencio ambos se miraron y mirada con mirada, se acercaron y hojos con hojos, nariz con nariz y boca con boca.......

La Hermanos Kanfrank: El Pasado Where stories live. Discover now