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Timothée

Han pasado un par de días desde que Ross y yo comenzamos a ser amigos de nuevo. Ha sido algo complicado recuperar su confianza, pero no me rindo fácil.

Anoche fuimos a un concierto en el roof de un edificio. Fue una experiencia maravillosa. El concierto era de una de sus bandas favoritas, Foals.

La lluvia irrumpió a mitad del show, pero no se detuvo. Agradezco a Dios por la lluvia porque fue el escenario perfecto. La música era increíble y toda la gente disfrutaba entre gritos y canticos. Brincabamos entre el público mientras la lluvia nos empapaba por completo, la imagen de su cabello mojado y su gran sonrisa... De solo recordarlo se me eriza la piel.

Sin duda mi parte favorita de L.A es la forma en la que todo se puede convertir en una película. Me es sorprendente saber que no estoy en un set de grabación, esta es la vida real. Esta es mi vida.

— ¡Lo tengo! — exclamó escribiendo sobre el periódico —

— Sigo sin intender como es que una chica de 23 años puede ser tan apasionada por los crucigramas. — mofé — eres una anciana encerrada en el cuerpo de una chica. —

—Cierra la boca. — levantó su pie intentando darme una patada pero accidentalmente golpeó mi taza de café haciéndola derramar sobre mi camiseta — ¡Ay, no! —

Se puso de pie inmediatamente intentando quitar la mancha con una servilleta tallando de forma rápida.

— No creo que eso se quite con una servilleta. — bromeé —

— Perdón, de verdad. — dijo apenada —

— Tranquila. — reí — ¿Que ha pasado con la Ross burlona? Si hubiéramos estado en preparatoria probablemente me habrías vertido todo el café encima a propósito. —

— Tal vez. — contestó pensativa — pero ya no somos los mismos de antes, supongo. —

—No... — musité —

— ¿Quieres un poco? — levantó su croissant —

Asentí arqueando un poco las cejas. Ross acercó el croissant a mi boca dejándome dar una mordida.

— Está delicioso. — dije con la boca llena —

— Es mi favorito para el desayuno. — dió un mordisco mientras hacía un extraño bailecito — ¿Qué? — preguntó al percatarse de que la miraba detenidamente —

— Nada. — sonreí intentando ocultar mi risa — es solo que me agrada verte así de feliz. —

Sus mejillas se tornaron color rojo carmesí. Se acercó a mí cerrando su puño dándome un golpecito en el brazo.

— ¿Y eso por qué fue? — me quejé sobando mi brazo —

— Por intentar ser un niño bonito y cursi. — saco la lengua como una niña pequeña — si quieres que mi forma de verte cambie tienes mucho más que hacer. —

— Estoy dispuesto a soportarlo. — sonreí juguetón. Ross negó con una risa y dió un pequeño bufido —

— Ya veremos. — se inclinó hacia su izquierda sacando su laptop de una mochila — Por ahora, debo trabajar. —

(...)

Terminé una pequeña entrevista para una televisora local después de un par de horas. Al parecer los rumores y las dudas acerca de Ross eran cada vez más fuertes entre los fans y la prensa.

Todo el mundo quería saber quién era, por qué estaba en el 70% de mis no tan usuales post y qué era lo que ambos teníamos.

Sabía que Ross no era fanática de ser el centro de atención, sin embargo me agradaba ser asociado a su nombre. No me importaría vernos en la portada de una revista tomados de la mano o tal vez enmedio de un apasionado beso. Quería que el mundo entero supiera lo importante que ella era para mí.

Adore You 》Timothée ChalametDonde viven las historias. Descúbrelo ahora