Adore You 》Timothée Chalamet

21

[Timothée]

Ross dormía en el asiento del copiloto entre pequeños suspiros. El auto estaba estacionado frente al edificio donde vivía.

Al estar sentado dentro del auto y viendo al mar de gente cruzando la calle muchos recuerdos vinieron a mi mente. Sobre todos ellos el día en que Ross y yo nos mudamos aquí.

Ambos estábamos tan emocionados de empezar una nueva vida, una nueva vida juntos.

Cargabamos cajas repletas de recuerdos y las subíamos por las escaleras del edificio porque el elevador estaba fuera de servicio. Cada noche terminamos cenando comida rápida en el suelo del cuarto entre risas y sueños.

No sabíamos lo que pasaría en nuestras vidas, no sabíamos si mudarnos a Los Ángeles había sido un error, pero estábamos demasiado felices estando juntos.

Bajé del auto y tomé a Ross entre mis brazos con cuidado de no despertarla. Entré al edificio y subí por el elevador mientras ella suspiraba aún entre sueños.
Al llegar al apartamento busque las llaves con cuidado de no soltar su cuerpo, con dificultad logré abrir la puerta cerrando la tras de mi.

Caminé hasta su habitación dejándola con cuidado sobre la cama. Le quite el par de botas que llevaba puestas al igual que su ropa y la arrope con su pijama favorita. Al cubrirla con la sábana me senté a los pies de la cama mientras la observaba con detalle.

Su pecho subía y bajaba al ritmo de su respiración dándome calma. Sus ojos permanecían cerrados dejando ver sus largas pestañas y las pecas que adornaban sus párpados. Se veía tan hermosa.

Era tan afortunado de existir en el mismo tiempo y universo que ella. Cada vez que la miraba sentía esas putas mariposas revoloteando dentro de mi.
Estaba seguro de que mi mayor deseo era verla feliz y escuchar su risa.

Después de un par de minutos salí de la habitación cerrando la puerta con cuidado tras de mi. Tomé una hoja de papel y tinta una vez más.

"Verte dormir me provoca una inmensa paz. Me haces querer ser mejor. Quiero ser mejor para ti."

—Green

[Rosalie]

Desperté tras el sonido de mi alarma predeterminada sonando desde mi teléfono.
Rebusqué entre las sábanas encontrando lo a un lado de mi. Apagué la alarma y lo deje sobre la cama de nuevo.

Miré mi ropa percatandome de que usaba pijama. No recuerdo haberme cambiado de ropa anoche.

Traté de recordar la forma en la que el día había terminado pero solo veía fragmentos de su rostro causandome una inusual sonrisa. Me levanté de la cama de forma perezosa, talle un poco mis ojos para mejorar mi vista encontrándome con una nota sobre mi mesa de noche.

Mis mejillas ardieron al instante al leer aquellas palabras. No pude evitar sonreír inmensamente y dar un par de suspiros.
¿Cómo podía un ser humano provocar tal sentimiento dentro de mi?

Hace un par de años me sentía incapaz de amar a alguien, hoy realmente dudaba acerca de aquella afirmación.

Salí de mi habitación encontrando a Timothée durmiendo profundamente en el sofá. Me acerque de forma lenta y me recosté a su lado envolviendo en mis brazos. Tim se removió un poco descansando su cabeza en mi cuello y suspiro mientras continuaba durmiendo.

—Despierta. — susurré en su oído —

Timothée emitió un quejido y me dió un ligero empujón.