Anatomía [Chris Evans]

Un chico dulce

Michael aparcó su auto y salió de este, observó por unos segundos el patio de aquella que había sido su casa desde que había nacido, durante unos segundos, y entró a la residencia Warren, una mansión que al parecer cualquier persona que la viera sabría de inmediato que ahí vivían personas que gozaban de una buena posición económica.

—¿Michael?— La voz de su padre se escuchó desde la biblioteca.

—¿Si, papá?— Preguntó Michael dirigiéndose desde el vestíbulo a la biblioteca.

Un hombre mayor, que portaba gafas, de rasgos tranquilos y relajados con mirada fraternal estaba sentando en un sofá de terciopelo rojo mientras leía un libro siendo apoyado por una pequeña lámpara a su lado que le permitía leer con más claridad.

—¿Qué tal tú día?— Preguntó el hombre sin abandonar su lectura en lo más mínimo.

—Bien, un poco ajetreado pero supongo es normal— Respondió casualmente el hombre de ojos azules sentándose en otro de los sofás frente a su padre con un suspiro cansado abandonando sus labios —¿Qué hay de ti?— Preguntó Michael refiriéndose a su día.

—Lo mismo de siempre lo sabes, sólo estoy aquí leyendo, no hay nada que contar de parte de este viejo— Sonrió el hombre mientras se quitaba sus gafas y las dejaba junto a su libro en la pequeña mesita a su lado.

—No digas eso papá, aún eres joven.

—Sesenta y seis años no es ser joven, sabes que el tiempo se va muy rápido por eso te he insistido tanto en que te cases— Ahí iba de nuevo con ese tema, su padre lo sacaba siempre que podía o quería —No sabes si él día de mañana estaré aquí y no quiero irme sin mínimo verte casado.

El hombre solo sonrió.

—Ya te lo he dicho he conocido a alguien.

—Pues espero que la presentes pronto, deseo conocerla a ella y su hija— Comento el hombre sabiendo de Grace.

—Lo sé, pero nos estamos tomando las cosas con calma, además ya te lo he dicho su hija no parece aceptarme— Comentó con desgano al recordar a la problemática adolescente.

—¿Y?, hijo es obvio que no le vas a agradar, así son los jóvenes, además lo que opine ella no es relevante si su madre te acepta y ambos se quieren no hay problema al final la chica terminará aceptandote, eres buen hombre.

Era verdad, lo que Fallon pensará de él no era relevante y era obvio que la joven estaba reacia después de las relaciones fallidas de su madre, pero el quería demostrarle que era diferente por esa misma razón quería que ella lo aceptará, independientemente de su mal encuentro la primera vez, aunque claramente no iba a ser fácil, no cuando la chica era tan rencorosa y evasiva.

Fallon había quedado de reunirse con Jason en la biblioteca después de clases, por lo que le había dicho su madre iba a llegar tarde ya que sus jefes tenían una fiesta y la necesitaban, aunque ella claramente pareció ignorarla, las cosas entre ambas seguían tensas y ella no iba a dar su brazo a torcer.