Todo parecía una maldita pesadilla, el hombre que la había humillado delante del salón estaba ahí, abajo, comiendo tranquilamente con su madre, y por si fuera poco era el novio de ella.
Se dejó caer en la cama una vez que entro hecha una furia después de la discusión con su madre. Sólo quería dormir y despertar para encontrarse con que él no era el nuevo novio en turno de su madre, tras varios minutos mirando el techo de su habitación y desear que eso fuera una simple pesadilla, cayó en brazos de Morfeo.
Se despertó debido a los ruidos en la habitación contigua a la suya, la habitación de su madre, esos ruidos los conocía muy bien lamentablemente y sabía no la dejarían dormir durante un buen lapso de tiempo.
Miro la hora en el pequeño reloj electrónico sobre su mesa de noche, 3:00 am.
Escuchó el rechinar de la cama y las risitas de su madre y otros sonidos desagradables que no solo eran de ella, sino también de el hombre.
—Asqueroso...— Susurró por lo bajo asqueada y molesta en partes iguales, ella intentaba dormir pero al parecer al otro lado no tenían las mismas intenciones en lo absoluto.
Fallon quiso golpear la pared y gritar que ella intentaba dormir, pero se contuvo, eso sería vergonzoso. Se recostó de nuevo en su cama e intentó dormir y ignorar el ruido, pero sería casi imposible porque el ruido comenzaba a ser cada vez más fuerte.
—Intento dormir, ¡carajo!— Exclamó por lo bajo para si misma, colocándose una almohada sobre su cabeza y presionandola sobre su oreja en un intento de que el sonido fuera ahogado.
Cuando su despertador sonó al día siguiente, simplemente lo apagó, quería seguir durmiendo y recuperar las horas de sueño de las que fue privada involuntariamente.
—Cinco minutos más...— Susurró somnolienta y sin siquiera abrir sus ojos simplemente se introdujo al dulce mundo de los sueño una vez más.
Cuando se despertó y miro la hora casi le daba un infarto, eran las 6:40 am, en 5 minutos pasaba el autobús.
—¡Maldicion!— Exclamó, se reincorporó con violencia de la cama y salió a trompicones de esta, agradeció no haberse puesto su pijama el día anterior, se coló sus tenis y se hizo una coleta sin siquiera peinarse, se lavo los dientes y salio con una rapidez de la habitación que el mismo Flash envidiaría.
Fue a la cocina para tomar de mínimo una manzana y comerla en el autobús, aunque cuando entro prefirió no haberlo hecho, tomándose un café en la barra de la cocina estaba el profesor de Anatomía o mejor dicho Michael Warren.
Lo ignoró olímpicamente como si no estuviese ahí, simplemente tomó la manzana del frutero, dio media vuelta y se dispuso a irse pero antes de dar tan siquiera dos pasos la voz del hombre la detuvo.
—Vas tarde— Comentó el hombre con tranquilidad, dando un sorbo de café.
—Es obvio— Dijo Fallon con fastidió al tiempo que rodaba los ojos, sin siquiera girarse a mirar al hombre —Usted es el señor puntualidad, ¿no debería de ya haberse ido?
—Tengo auto, llegare a tiempo— Se limito a contestar, encogiéndose de hombros como si nada —No alcanzarás el autobús, ¿Quieres que te lleve?— Ofreció Michael, en un intento de ser amable con la adolescente, ignorando el tono con que esta le había respondió.
—No gracias, prefiero una y mil veces caminar y llegar tarde, si me disculpa me tengo que ir— Respondió y no le dio tiempo a decir algo más al hombre, simplemente salio de la cocina para posteriormente salir de la casa e ir a esperar el autobús.

YOU ARE READING
Anatomía [Chris Evans]
Teen FictionLa vida de Fallon es normal y tranquila, pero todo cambia cuando el nuevo profesor de Anatomía llega para ponerle la vida de cabeza... y lo peor, ¡Es el nuevo novio de su mamá!