Capítulo 17.

43 5 54
                                    

"La locura es tan infinita como la estupidez de la humanidad."

Espero, ha escondidas a Cristian para ir a la comisaria inmediatamente.

Me trueno los dedos por quinta vez mientras me muerdo la parte interior de la mejilla.

Tengo un mal presentimiento de lo que me espera en esa comisaria. Uno muy grande.

¿Y se creen que estoy involucrada con el secuestro de mi madre, solo porque me...me...?

Al pensar eso, siento que me llega una corriente de energía muy densa cuando me imagino eso y provoca que mi ansiedad crezca de una forma preocupante, pero no me importa.

Nunca le haría eso a mi madre, ella me ha dado todo lo que he necesitado y la he visto romperse la espalda por mi...Solo, solo fui una malagradecida. Debí ser perfecta. Debo ser perfecta.

Me miro las manos y suspiro.

Me asomo por la esquina del instituto y puedo ver a los reporteros esperando ansiosamente a que alguien salga. Varias veces los he visto entrevistar a algunos alumnos, pero, al darse cuenta de que no están relacionados a mi o a Richard, los dejan con la palabra en la boca.

—Ven pronto—murmuro.

Siento que mi teléfono vibra en mi bolsillo y lo busco para responder sin fijarme el nombre de la persona.

—Tree, ve en la parte trasera del instituto—me manda Cristian y yo cuelgo para caminar.

Al llegar al estacionamiento trasero del instituto, voy, prácticamente corriendo hasta llegar donde se encuentra el auto de Cristian.

Al abrir la puerta del copiloto y entrar de un salto. Me quedo un poco cansada.

Vale, debí calmarme un poco con el estrés.

Pero, saber que ya estoy en un paso de ir a la comisaria. Hace que me ponga más nerviosa.

Tanto que no me doy cuenta de que los hermanos Navas están en los asientos de atrás, dándome un mini infarto.

Y les dedico una mirada asesina cuando ellos se dedican a reírse de mí.

—Debiste ver tu cara—dice Andrés entre risas.

—Una obra de arte—sigue su hermano.

Les dedico una mirada amarga, recuerdo de las marcas de los aruños de anoche. Me remuevo un poco incomoda y más nerviosa de que ellos lo descubran.

Tree, solo has como si eso no hubiera pasado. Eres buena en eso.

Estoy cansada de hacer eso...

Lo sé, pero, necesitas aguantar unas horas más.

Respiro profundo y le dedico una sonrisa de boca cerrada a Cristian. Él me corresponde con un asentimiento para encender el auto.

Cuando nos comienzan a preguntar cómo fue la convivencia entre Cristian y yo. Escuchan muy atentamente e incluso, le llegamos a decir lo que paso anoche. Esta demás decir, que hemos guardado unos detalles.

—Ese hijo de puta—murmura Jason.

—Lo vamos a matar—dice Andrés y yo sonrío.

—No creo que vuelva con la paliza y la amenaza de Cristian—digo.

—¿Y sabes que es lo peor? —pregunta Jason.

—¿Qué? —Lo miro de reojo.

—Que te preocupaste por Zara y no por nosotros —protesta Andrés.

Oscura LocuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora