Capítulo 4

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Al volver a casa, ya estaba amaneciendo, eran casi las 6am, mamá ordenó algunas cosas en la casa para luego irse al trabajo.

-Deberíamos llamarlo mañana, cuando llegue, para ver como le va- opina mamá.

Mamá era así, papá se fue hace un par de horas y ella ya lo extrañaba, yo también, demasiado, pero ella se preocupa mucho, que como le estará yendo, que si ya llegó y tal.

-Sí, estaría bien- respondo.

Mamá recoge sus cosas para ir a su trabajo y se acerca a mí.

-Me voy hija, ¿Te sabes el camino al instituto no?- pregunta ella.

-Sí mamá son solo 15 minutos hasta allí, no te preocupes, tengo el gps por si acaso- respondo.

-Ok, ya me voy entonces, entra a todas tus clases y se gentil con tus profesores y compañeros, por favor- comenta ella.

-Sí mamá, ¿Cuándo hice algo indebido en el instituto?- pregunto yo.

-Nunca, lo sé, pero al ser una escuela nueva, no sé, me da miedo que sientas que no encajes o que te traten mal por ser nueva- dice ella angustiada.

-Tranquila mamá, todo estará bien, te lo prometo- afirmo intentando calmarla.

-Esta bien Oli, haz amigos y avísame cuando estés allí, te amo, cuídate- dice ella.

-Oki, yo a tí- finalizo yo.

Me da un beso en la frente y se va.

La acompaño hasta la puerta y me quedo viéndola desde allí, hasta que desaparece calle abajo.

Me quedo unos minutos sentada en las escaleras de la entrada para apreciar el amanecer.

Hasta que sale alguien de la casa de enfrente que llama mi atención.

Veo a ese chico ojiazul con el que soñé hace unas horas.

Con sus respectivos ojos brillantes y cabello que le cae por el frente, llevaba puesto un uniforme de algún instituto, me sonaba conocido. Se veía muy atractivo en él, le quedaba muy bien. Y allí estaba yo, viéndolo como una boba en las escaleras de mi casa.

-¿Qué haces? - grita desde el frente.

No respondo, simplemente lo observo acercarse hacia mí. Y acá es cuando me entran los nervios.

Luego de cruzar, se detiene a 1 metro de distancia aproximadamente.

-Te pregunté que qué haces- dice él en un tono agresivo.

-Nada, ¿Que ves que hago?- respondo.

-Nada, pero por la hora, son pasadas las 6am, ¿Que haces despierta?- pregunta curioso.

-Nada que te interese- ataco.

El no responde pero se acerca a mi y se sienta a mi lado derecho. Yo solo miro hacia el frente pero siento su mirada desde al lado. ¿Que querrá?.

-No creí que nos volviéramos a ver- le comenté con sarcasmo viendo esos ojos celestes que tanto me gustan desde el primer momento en que los ví.

-Yo... la verdad es que sí lo creía- responde él, seguro. ¿Cómo puede este ser emanar tanta confianza de sí mismo?.

-¿Y por qué si?- le pregunto extrañada. No han pasado ni 24 horas de que los fuimos a visitar.

-Porque, primero, somos vecinos. Segundo, nos llevaremos bien- responde el con su mirada fija en mi.

Permanecemos en silencio por un momento, al parecer quería que le dijera que planeaba hacer a esta hora, decidí soltarlo.

-Fui a acompañar a mi papá al aeropuerto, y ahora espero el momento para ir a clases- afirmo dudando.

Lazos inesperadosWhere stories live. Discover now