NACIDA EN LA CUCHARA DE ORO

CAP 30

Aunque estuvo borracho al aire libre durante un tiempo, Adele nunca olvidó dónde estaba.

Cerró los ojos con seriedad, pensando en sus planes futuros. Es la rutina diaria del templo orar primero en la sala de oración así antes del desayuno.

— Pronto comienza la oración devocional. Todos, por favor, estén tranquilos.

—Ah ...

Cuando se escuchó la voz de Rebecca desde el podio, Adele corrigió rápidamente su postura.

Inclinó la cabeza mientras miraba sin querer a los caballeros sentados en el asiento delantero.

No estaba donde Killian siempre se sentaba.

No quise comprobarlo a propósito, pero si había un hombre así, era natural que me quedara ciego.

"Debe haber sido antes".

Adele se hizo cosquillas en la boca abiertamente. En momentos como ahora, deseaba no conocerlo, pero como no podía verlo, faltaba algo.

Incluso si lo fuera, tendría suerte si respondía "¿Lo eres?", Pero la reverberación de esa voz pesada era bastante buena.

—...... ¿Existe el dueño?

Cierto. Una voz tan cortante pero educada.

Tiene buen tono de voz, buenos modales y todo está bien, pero no sé por qué esta persona está detrás de él.

¿Qué es esto de nuevo?

Adele no pudo responderle, y solo parpadeó, y Killian señaló un asiento vacío de nuevo.

—Pregunté si había un asiento disponible.

—Ah, no. No es así...

—Estoy feliz.

Hiciera lo que hiciera, era un hombre de ingenio rápido.

Antes de que Adele pudiera terminar de hablar, Killian inclinó la silla junto a él y bajó su gran cuerpo.

La secuencia de movimientos fue tan suave que Adele contuvo la respiración sin siquiera mover la boca.

"...¿por qué estás aquí?"

No vienes cuando vienes, ¿por qué ahora?

No importa cuán descarada sea, viendo lo divertida que era hasta hace poco, es difícil darle la bienvenida.

No, no soy lo suficientemente amable para darte la bienvenida en primer lugar.

Me voy a casar con un hombre así. El mayor problema era que se había convertido en un ferviente creyente, pero a partir de ahora, todos sus pensamientos han desaparecido.

—......¿Por qué estás haciendo esto?

—No nada.

Los ojos de Rebecca se crisparon cuando se paró en el podio. Killian está sentado a su lado en el auto, así que no sabe qué más decir.

"Si me echan de aquí, no tengo adónde ir."

Fue una cobardía, pero primero tenía que cuidarme.

Lentamente, incluso en el asiento donde estaba sentada Adele, amplié la distancia con él tanto como pude.

— .........

Killian lo cruza como si fuera ridículo. Lo he visto, pero una vez que estás atrapado aquí, puedes hacer cualquier cosa.

Adele se llevó las manos entrelazadas a la frente y trató de concentrarse en la oración de Rebecca.