NACIDA EN LA CUCHARA DE ORO

CAP 87

Adele inclinó la cabeza mientras observaba a los dos demorarse y posponerse el uno al otro.

Voluntario, solo escuchar esa palabra hizo que las células de cuchara de tierra que abrieron sus ojos la última vez se estiraran.

— Buscamos personas que estén acostumbradas a recibir huéspedes porque vienen distinguidos huéspedes de todo el mundo...

— estás bien. Si es posible, me gustaría contratar a alguien que hable un idioma extranjero con fluidez y que tenga una sociabilidad excepcional y buena apariencia.....

— Y-ya veo.

¿Pero por qué estás hablando con el gerente?

Adele miró a Killian y miró a los dos hombres que seguían tartamudeando.

De hecho, centró toda su atención en el libro y no miró hacia este lado, pero dos subordinados lo miraban como si estuvieran leyendo un libro.

— No me importa, pero quiero preguntar si su esposa puede hacer algo por San Fidelio una vez más.

— ¿Qué es lo que quieres decir?

— Definitivamente será de gran ayuda. Los sacerdotes y sacerdotisas estarán aliviados, los niños estarán encantados y el capitán estará contigo.

— Guau ....

Está bien. Sobre todo la última parte.

Adele se humedeció los labios con angustia.

Para poder estar con Killian, casi hago las maletas sin darme cuenta, pero siendo realistas, no puedo.

Ella respondió con una voz llena de arrepentimiento, recordando el evento que debía realizarse de inmediato.

— Lo siento, ¿qué debo hacer? Tengo un trabajo superior en progreso.

— Aah.

— Guau.

.... ¿Pero es esto tan decepcionante?

Adele se mordió los labios sin saber qué hacer con los dos hombres que suspiraban.

Cualquiera que lo vea sabría que fui yo quien aceptó el día que morí.

Los caballeros con uniformes plateados, que no podían ocultar su decepción, parecían arder en la nuca por alguna razón.

— Si fuera otra cosa, lo pospondría, pero es importante para mí. Debido al período superpuesto...

— Entonces, incluso dos días, no, incluso un día.

— Renald, detente.

— Capitán.

Tuk, el sonido del libro cerrándose, Killian se dio la vuelta.

Después de mirar a Adele, quien no pudo ocultar su arrepentimiento, despidió fríamente a sus hombres.

— ¿No está ocupada mi esposa? ¿Qué le estás haciendo al que tiene algo importante que hacer?

— Bueno, eso es porque... el servicio también es importante...

— Esta bien. Los dos estaban hablando porque estaban preocupados por lo que pasó con la Gran Guerra. Va a ser un gran día.

— no. Tu trabajo también es importante, ¿no es así?

— .......Capitán.

Adele se enfrentó a Killian para evitar que los regañara a los dos.

Se acercó y levantó una pluma blanca sobre el escritorio como antes.

— No olvides que es más importante para mí lograr lo que quieres hacer que para un VIP desconocido.