Nuestros pequeños cuervos del Karasuno finalmente terminaron con sus estudios de la preparatoria y se lanzan a la nueva vida de universitarios. Cada uno tomó su propio camino en direccion a sus metas y pese a que se distanciaron, esperan que el dest...
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El público estaba emocionado, los jugadores ni decir. Estaban en el quinto set habiendo estado los últimos cuatro muy reñidos, todos con una diferencia de apenas dos puntos. El último set no era un caso distinto: 13 - 14 a favor de la selección de voleibol de Japón. Jugaban contra la selección de Bulgaria, la final de finales. Necesitaban un solo punto pues el último set terminaba a los 15.
El equipo Bulgaro sacó. El ninja Hinata logró recibir el balón enviándolo directamente hacia Kageyama quien lo esperaba. El balón fue armado y Bokuto remató. El equipo contrario la salvó pero llegó el balón libre nuevamente hacia el lado de Japón.
—¡Una más! —gritó Hinata.
Kageyama asintió y esta vez armó el balón hacia el pequeño ninja del voleibol. El remate lateral pasó la gran barrera. Punto para Japón. El pitido sonó anunciando la gran victoria para el país.
—¡SÍ! —gritaron todos en el lugar.
La emoción llenó el lugar al tiempo que los jugadores de camisas rojas se lanzaban entre ellos abrazándose y soltando lágrimas. Finalmente lo habían logrado. Después de tres años, habían logrado ganar la gran final.
Hinata y Kageyama se abrazaron y tuvieron que suprimir las ganas de besarse, se les había negado tal acto en público por recomendación de sus managers. Al abrazo se le unió Bokuto y Atsumu, quien forzó a Sakusa a que se uniera también.
A lo lejos lograron visualizar a Kenma y Kuroo quienes los habían ido a ver, incluso Natsu, siendo ya una joven cerca de la adultez se encontraba en el lugar. El resto de amigos les aseguraron verlo por televisión, no todos tenían la opción de salir del país para ver un partido en vivo pero todos lo apoyaban.
Una vez pasó el evento de clausura y premiación, todos corrieron a los vestidores donde finalmente la joven pareja se agarraron a besos llenos de emoción. Afortunadamente todo el equipo lo sabía y lo aceptan, en su mayoría, bastante bien. Aunque si no lo hubieran aceptado, a la pareja le hubiera dado completamente igual, ellos habían cumplido su sueño y su promesa y era bien merecido festejar de tal forma.
—Lo hicimos. —susurró Hinata aun sobre los labios de su novio. Pequeñas lágrimas de alegría caían por sus mejillas y eran limpiadas por los pulgares del otro chido.
—Finalmente, después de casi seis años, cumplimos nuestra promesa. —dijo Kageyama regalándole una sonrisa. La pareja era totalmente ajena al gran festejo del resto del equipo.
—Del mismo lado de la cancha. —musitó Hinata antes de volver a unir sus labios en un lindo beso.
—Sepárense parejita. No coman el postre antes de la comida del festejo. —Atsumu los interrumpió casi poniéndose entre ellos arruinando el momento.
Entre risas tuvieron que separarse para dirigirse a las duchas y posteriormente salir del estadio.
—¡SHOYO! —se escuchó la voz de Natsu a sus espaldas.
