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Desde temprano en la mañana en la empresa de la familia Song se encontraban realizando algunas pruebas de fotografía con los nuevos modelos.

Ahora la pareja Song estaban en la oficina del beta revisando las fotografías junto a algunos de los modelos, la señora Song era encargada de que todo fuera bien con los modelos y las fotografías a publicar.

Conforme iban revisando iban saliendo, cada modelo recibía una buena o mala crítica ya que les ayudaba a mejorar.
Al terminar, la única modelo que quedó en la oficina fue la alfa Doyeon.

-Señorita Doyeon, en verdad usted es perfecta, mi esposo tiene razón, usted es nuestra nueva modelo estrella.- habló con un toque de emoción en su voz mientras pasaba las fotos de la chica.

- habló con un toque de emoción en su voz mientras pasaba las fotos de la chica

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La chica rió.- realmente le agradezco, me alegra tanto que le guste mi trabajo.

- Por supuesto, yo se los dije.- habló el hombre.- así que prepárate Doyeon que pronto tendrás una sesión oficial que será publicada...

Sus palabras fueron interrumpidas por la puerta siendo abierta con brusquedad asustando a los presentes y poniendo alerta a la alfa ya que el aroma que se olía en el aire era realmente fuerte.

El beta al ver de quién se trataba se puso de pie inmediatamente.

- ¿Hijo?.- habló la mujer sorprendida.

- ¿Que demonios haces aquí? ¿Porque entras de esa manera a mi oficina?

El alfa se acercó a pasos apresurados al beta, ignorando a las presentes.
Golpeó el escritorio con las palmas de sus manos.
Doyeon que hasta el momento se había mantenido callada sonrió de lado al percibir difícilmente ese aroma a sandía que jamás olvidaría.

-¿Quien te crees? ¿Acaso no escuchaste lo que hablamos?

La alfa al oír al contrario se levantó de su lugar, ella sabía perfectamente quién era ese chico y aunque le gustaría quedarse a escuchar que tal había salido el plan, debía ser profesional.

𝒴ℴ 𝒯ℯ 𝒫𝓇ℴ𝓉ℯℊℯ𝓇ℯ.  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora