Capítulo 33: El collar

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Para Sebastián aquellos recuerdos de su adolescencia estaban llenos de ilusiones, pero con el transcurso del tiempo aquella luz brillante que alegraba su corazón poco a poco se fue cubriendo por la oscuridad. Quizá por que siempre fue muy ingenuo, esperó ciegamente que aquel amor no correspondido fuera un día captado por su luz; pero según ha ido pasando el tiempo se ha podido dar cuenta que jamás será asi; lo único que ha conseguido con aquel sentimiento es solo sumergirse aún más en aquella cruel oscuridad, la cual lo atrapa y empuja con sus largos tentáculos.

— ¿Puede aún el amor seguir existiendo después de todo esto? —

Se preguntaba a si mismo, mientras un brillo de nostalgia se reflejaba en su mirada.

— Me siento tan cansado — susurró para si mismo, mientras cerraba los ojos.

De pronto un fuerte golpe en la puerta de la habitación lo hizo reaccionar, rápidamente tomó la vieja fotografía y la guardó dentro del cajón del velador; de forma insistente se volvió a escuchar aquel golpe. Sebastián se levantó de la cama y caminó para abrir aquella puerta.

— ¿Porque te tardas tanto en abrir? — La voz indiferente de Nick se escuchó frente a él al abrir la puerta — Ya se va a servir la cena; así que debemos bajar —

— Está bien — Dijo el castaño, mientras salía de la habitación y caminaba por el largo pasillo, evitando cualquier contacto visual con su esposo.

Sin esperarlo, y tomandolo por sorpresa de repente la mano de Nick se entrelazo con la suya fuertemente. — ¿Que... Que estás haciendo? —

— No te emociones tanto, ni pienses cosas extrañas; solo lo hago para que mi madre vea que somos un matrimonio normal y así pueda irse cuánto antes. Así que sólo coopera —

Al escuchar aquellas palabras llenas de ironía e indiferencia, un destello de tristeza se hizo presente en Sebastián, al final nada sería diferente; sin pensar mucho en sus acciones, sacudió su mano para soltarse del agarre de Nick — ¿Que crees que estás haciendo? — Fruncio en ceño el pelinegro, y ejerció más presión en su agarré para evitar que Sebastián se soltara de su mano, haciendo que en la piel pálida del castaño marcas rojas aparecieran por la fuerza que Nick ejercía.

Pero esta vez Sebastián no estaba dispuesto a ceder y sin saber como pudo soltar su mano — No pienso seguirte en este teatro — Dijo de forma indiferente, mientras que la persona frente a él lo miraba con asombro.

Nick estaba a punto de decir algo cuando fue interrumpido por la voz de Katrina que estaba a unos metros delante de la pareja — Señores, la cena ya está servida —

El pelinegro le lanzó una mirada fulminante a la joven, lo que la hizo temblar, haciendo que rápidamente se diese la vuelta y se marchara.

— Por tu bien Sebastián espero que no me causes más problemas, ahora bajemos al comedor — Mencionó de forma indiferente, sosteniendo su fria mirada. Sebastián fingió ignorar sus palabras y siguió caminando.

Cuando ambos llegaron al comedor, solo estaba Clarisse sentada en la cabecera; ella los observaba muy atentamente, como si estuviera estudiando cada uno de sus movimientos y gestos. En total silenció Nick y Sebastián tomaron sus respectivos asientos, mientras el personal les servía la cena.

— ¿Porque Max no está aquí? — Preguntó el pelinegro haciendo notar la ausencia de su primo — ¿A caso hay mucho trabajo acumulado en el Corporativo? —

Clarisse levantó la mirada y miró fijamente a su hijo, entendiendo que quería darse a entender que quizá Max no estaba capacitado para asumir la presidencia del Corporativo — Nada de eso; Llamo hace un rato y mencionó que tenía una cena muy importante y que volvería a casa luego. Al parecer tu primo al fin encontró a alguien que le haga sentar cabeza —

Mientes Tan Bien                                (Yaoi //BL) Where stories live. Discover now