Mientes Tan Bien (Yaoi //BL)

Capítulo 47: Despedida

En el teléfono de Sebastián había un mensaje de texto de Ian; el contenido del mensaje hicieron que la expresión en el rostro del castaño, cambiara instantáneamente.

~ Sebas, ¿Hoy irás a ver a tu médico? ¿Puedo llevarte? ~

El pequeño no sabía que responder, dudaba en que decir, pero justo en ese momento otro mensaje llegó.

~ Estoy en la entrada ~

— ¡¿Que?! — En su rostro se podía ver claramente el asombro y pánico que tenía — Ian esta aquí ¿A caso se volvió loco? —

Sebastián se puso de pie apresuradamente y corrió. Al llegar hacia la entrada enrejada de la propiedad, vio a Ian, al parecer estaba algo ofuscado, discutiendo con el guardia de seguridad.

— ¡Ian! —

El contrario hizo una pausa después de escuchar aquella voz llamándolo, y lentamente miró hacia el otro lado, viendo venir a Sebastián, haciendo que se alejara un poco del hombre que impedía su paso.

El guardia de seguridad se acomodó el sombrero que llevaba puesto, y luego se acercó hasta el castaño para hablarle de forma muy respetuosa.

— Sr. Sebastián, Buenas tardes. ¿Usted conoce a esté hombre? Él quiso entrar a la propiedad, insistiendo en ser un amigo suyo. Jamás lo he visto antes por aquí, y al ser un extraño, no lo he dejado entrar —

— Si, es amigo mío. Siento mucho que le halla causado algún problema; permítame saldré a hablar con él —

El hombre asintió formalmente y se dispuso a abrir la reja de la entrada. Sebastián caminó recto sin expresión alguna en su rostro. Miró a la persona frente a él, que mantenía la cabeza baja y habló con un poco de severidad.

— ¡¿Estás loco?! ¿Por qué has venido repentinamente aquí? —

Ian se inclinó contra su vehículo todo terreno y no habló. Después de escuchar las palabras de Sebastián, levantó la cabeza y lo miró fijamente, tenía los ojos visiblemente enrojecidos y una expresión de nostalgia.

Sebastián se asustó un poco cuando lo vio así; pudo sentir que algo le estaba pasando.

— Perdóname, no debí de hablarte tan duramente —

— Sebas... yo... quizá ya no pueda verte por un tiempo. Esta puede ser la última vez ... —

El rostro de Ian estaba un poco pálido, sus ojos temblorosos esquivaron la mirada atónita de Sebastián, no se atrevía a verlo directamente.

Pero cuando Sebastián vio su semblante, tan diferente al de siempre, supo que algo estaba mal; en ese momento sintió mucho miedo y preocupación de que Ian estuviera siendo amenazado de alguna forma por la familia Stone.

— ¿Te han amenazado, cierto? —

Ian solo negó con la cabeza y dijo con voz suave — Sólo se que todos tus problemas últimamente han sido por mi culpa. Lo siento, yo solo quería hacerte feliz, pero esta ocurriendo todo lo contrario, y es por mi culpa. Por eso creo que será mejor alejarme un tiempo —

Ian de repente se cubrió los ojos, sus lágrimas empezaron a caer inconscientemente y sus hombros temblaban, como si estuviera tratando de reprimir lo que sentía en ese momento.

Sebastián lo miraba casi sin comprender, para él era extraño ver a la persona que siempre tenía una sonrisa deslumbrante, llorar como un niño pequeño, que usaba obstinadamente su brazo para limpiarse las lágrimas de su rosotro.

— Sebas... yo... yo no quiero. Me duele el corazón el pensar que estoy provocando tu infelicidad, lamento hacerte pasar por todo esto... de hacerte sufrir a causa de mis sentimientos... lo siento... en verdad lo siento tanto —