La magia en esos ojos {finalizado}

Capítulo veintiséis: "Las puertas son para personas sin imaginación"

Peter dejó a Hiro, de nuevo, y con suerte se quedaría esta vez, en el laboratorio mientras pasaban a la terraza y se aseguraban explícitamente de que la puerta estuviera cerrada después de llenar un cuenco pequeño y plegable con agua.  Los tres adultos avanzaron hacia un jet con su rampa hacia abajo y un solo ingeniero de bajo nivel se agachó al frente trabajando en algo que él no podía ver.  El joven se puso de pie, mirando en algún lugar entre sorprendido, estrellado y confundido.

"Oigan, ustedes no están autorizados a estar aquí", intentó valientemente, en opinión de Spider-man, pero el capitán tenía otros planes.

"Hijo", el hombre con lentejuelas de estrellas levantó una mano, "simplemente no lo hagas".

El tripulante desconocido abrió la boca y luego la cerró.  "Sí."  La mano que sostenía la herramienta con la que había estado trabajando cayó a su costado y se deslizó alrededor de los otros compañeros de equipo, murmurando algo sobre "Capitán-maldita-América", en este jet, "¡de todos los Quinjets aquí arriba!"  Mientras se deslizaba el resto del camino fuera de la máquina voladora, cruzando la pista, Hawkeye se sentó suavemente en la silla del piloto y accionó algunos interruptores.  Miró por encima del hombro con una sonrisa torcida, pero una mirada dura en sus ojos.

"Hagamos esto".  Y con esa declaración dramática, estaban en el cielo, Spidey vio el traje de Iron Man pasando zumbando, los rastros de humo que dejaron sus repulsores.  El superhéroe metálico abrió el camino hacia Nueva York desde donde el Helicarrier se cernía sobre el océano, y el niño podía sentir músculos que no sabía que estaban tensos aflojándose a medida que se acercaban a territorio familiar.  Conocía la ciudad como la palma de su mano, más ahora que antes había estado en las calles, era más cómodo.

Sin embargo, todavía sentía ese conocido sentimiento rizado alrededor de su estómago, el que lo seguía casi siempre hoy en día.  Un torbellino de estrés y ansiedad que venía con las preocupaciones de su vida, pero ahora se multiplicaba con las amenazas colgando, no sobre su cabeza, sino sobre la gente de Nueva York.  Haciendo que Spider-man se inquietara aún más de lo habitual, y eso era decir algo, a medida que se acercaban cada vez más al eventual campo de batalla.

E iba a haber una batalla, porque según su experiencia, nada tan grande se fue con un chasquido y ya lo estaban cortando.  Cuando Widow le entregó un comunicador, se lo fijó en la oreja sin decir una palabra, simplemente asintiendo con la cabeza, antes de volver a mirar alternativamente al suelo o por el parabrisas y golpear con los dedos de los pies dentro de sus zapatillas delgadas y gastadas.  A través de la unidad, podía escuchar el sordo zumbido del viento que el dispositivo recogía en el traje de Iron Man, de vez en cuando un sonido de chisporroteo cuando su propulsión se cortaba momentáneamente.  Se acercaron a la Torre Stark mientras volaban sobre la ciudad, y finalmente algo sucedió en la forma de la IA del Sr. Stark, J.A.R.V.I.S., informando.

"Señor, apagué el reactor de arco. El dispositivo ya es autosuficiente".  Parecía que el sistema robótico estaba conectado a sus enlaces de comunicación.

"Ciérrelo, Dr. Selvig", escucharon decir a Iron Man.  Spider-man apenas podía distinguir la armadura flotando sobre el rascacielos, frente a una máquina complicada y otra figura humanoide.  Su jet todavía estaba lejos de su alcance y todo lo que podían hacer por ahora era escuchar un lado de la conversación.  "Okey."  El sonido revelador de una carga repulsora llenó las comunicaciones que de otro modo serían silenciosas, antes de que un sonido extraño y deformado llegara junto con el gruñido de sorpresa del hombre del traje.

"La barrera es pura energía", J.A.R.V.I.S.  ofrecido en explicación, probando la teoría de Spidey de que la lata había intentado disparar el mecanismo.  "Es infranqueable".