Capítulo 2: Encuentro, tus ojos

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Nota importante: Algunos capítulos son más cortos que otros ya que solo me encargue de corregir ortografía en muchas ocasiones, dejando el contenido de la vieja versión. Agradezco la oportunidad de retomar esta lectura y espero lo disfruten, gracias por su atención.

 Agradezco la oportunidad de retomar esta lectura y espero lo disfruten, gracias por su atención

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Narrador omnisciente:

Nathaniel no tuvo tiempo de pensar, se vio a si mismo huyendo por los pasillos lo más lejos que podía en cuanto terminaron sus clases. Sentía un intenso ardor en el estómago y un punzante dolor, quiso llorar cuando por las prisas tropezó y cayó al bajar de manera apresurada por unas solitarias escaleras.

― Est... Esto no puede estarme pasando...― Limpio las lágrimas causadas por el dolor, y se forzó a levantarse a pesar de la raspadura en su rodilla, que estaba roja y sangraba un poco. ― Realmente n... No puede estarme pasando...

Ignoró el dolor de su pierna y el de su tobillo, igualmente lastimado tras la caída. Y como si la vida quisiera terminar de burlarse de él, como la voz de su mente, chocó contra un estudiante que cargaba con una bebida en sus manos.

― ¡Perdona! ― Hablo el extraño al mirarlo caer sobre su trasero, la ropa de Nathaniel quedo completamente mojada por la bebida que reconoció como un té helado. Y aunque el extraño le ofreció una mano para levantarse, prefirió hacerlo por sí mismo y seguir corriendo de todos.

Nathaniel respiró con dificultad, notó la presencia de los dos alfas que le habían incomodado al entrar en la facultad a unos metros de él. Ambos sujetos estaban en la salida de la universidad y parecían estar molestando a otro chico, pero por instinto se dirigió a la dirección opuesta. Así fue como termino escondido en la parte trasera del instituto, todo su ser temblaba y quería lloriquear por el dolor en su vientre.

― ¿¡Por qué justo ahora!? ― Se preguntó, hundiendo su cabeza entre sus piernas.

Permaneciendo de esa manera por varios minutos, hasta que sintió la presencia de otra persona. Una calidez rodeó su cuerpo, tratándose de un abrigo con un delicioso aroma. Y no solo era el abrigo, ya que la mayor parte de ese aroma provenía del recién llegado.

― Si permaneces de esa forma podrías enfermar. ― La voz del peli azul era ligeramente fría y ronca, pero por su expresión se podía notar tranquilidad. Nathaniel retrocedió con temor, sin dejar de mirar esos penetrantes ojos color ámbar que le hacían sentir desnudo frente al otro.

― No quisiera ensuciar tu abrigo... ― Murmuró el menor.

― No te preocupes por eso, ¿te encuentras bien? ― Al seguir su mirada, supo que se refería a su raspadura. ― Si me lo permites. ― Y aunque lo miro confundido por el pedido, el de mayor altura se aproximó a él y le tomó en brazos, por la sorpresa a Nathaniel no le quedo de otra que sujetarse de su suéter con temor a caer.

Su compañero lo cargo hasta una banca solitaria, donde lo dejó suavemente. Luego, el mayor se arrodilló frente a él para revisar la raspadura. Seguido del tobillo que al mirarlo mejor, descubrió que se había tornado de un rojo oscuro y nada agradable.

― No está dislocado, pero no te recomiendo apoyarte mucho en tu pie izquierdo. ― Podía notar la ligera inflamación de la zona.

― Claro... Gracias. ― Nathaniel le miró, aún se encontraba mal por el comportamiento extraño de su cuerpo, pero estaba agradecido por la atención que le daba el otro.

― No es nada. Además, presiento que esto ha sido culpa mía. ― Sonrió de lado, desviando la mirada. ― ¿Es normal que huyas de otros o es solo conmigo?

Las mejillas del menor se calentaron, claramente le escucho antes en el aula cuando trato de saludarlo y él, como respuesta, había corrido como un loco. La vergüenza se apoderó de él, pero tras tragar duro se animó a decir: ― Tenía asuntos por atender.

― ¿Atrás de la universidad? ― Sonrío con diversión, revelando unos blancos dientes y unos caninos propios de los alfas. La cara de Nathaniel enrojeció aún más. ― Jodidamente adorable. ― Pensó el de ojos ámbar, buscando la mirada del chico frente a él, misma que era opacada por unos lentes que para nada le quedaban bien.

― De cualquier forma, no necesito darte explicaciones. ― Murmuró Nathaniel, tratando de sonar seguro. Las punzadas en su estómago no parecían tener fin y el calor en su cuerpo aumento cuando el peli azul se acercó a él.

― ¿Por qué luces tan nervioso?

― N...No lo estoy. ― Casi pudo jurar que sintió su risa sobre sus labios. ― ¡Y ya basta de acercarte! ― Gritó empujándole.

― Bonitas pecas. ― Se sorprendió por la falta de sus lentes, los cuales ahora estaban en manos del alfa.

― ¡¿En qué momento...?! ― Se preguntó a si mismo, podía sentir la atenta mirada del otro y eso le avergonzaba, más porque su corazón no paraba de retumbar con fuerza y su abdomen parecía arder en llamas.

― Realmente tienes unos hermosos ojos.

Continuará...

(26/agosto/2021)

𝙿𝚎𝚚𝚞𝚎ñ𝚘 𝚗𝚎𝚛𝚍 [RETOMANDO CORRECCIÓN]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang