𓄼𓈒 meraki ᥫ᭡ kimetsu no yaiba

­ ­ ­ ­ ­ ­ ­ ­ ­ ­ 二

Esa mañana. Esa mañana de primavera la pelirroja miraba como las primeras gotas de rocío bañaban el césped y las hojas de los árboles. El bosque estaba en su pleno apogeo, los pájaros chirriaban y las cigarras arrullaban al alba del amanecer. Esa mañana se había levantado de buen ánimo. Resulta que fue Nezuko quién había pedido algo de carne para la cena el día anterior, y quería sorprender a su hermanita con carne de cerdo o unos conejos, lo suficiente como para alimentar a toda la familia.

Así es. Suyen sabía que era día de caza, donde iba a poner en práctica su manejo de arco. Alguien tenía que ser el responsable de la familia, ya que últimamente Tanjuro se encontraba enfermo y pocas veces salía, hasta que su salud mejore, la pelirroja se haría cargo de la protección y cuidado del hogar al ser la mayor.

A su lado se encontraba Tanjiro y Kie, quién los estaba despidiendo a los dos en la entrada con una mirada de preocupación en sus finos rasgos.

────Tengan cuidado, ¿Llevan todo lo que necesitan? No se acerquen mucho a los osos. ────Kie no quería que sus hijos se fueron sin protección al bosque, pero desde que su marido enfermo, poco o nada podía hacer para acompañarlos, ya que era una mujer de edad y tenía niños pequeños que cuidar. Pero ella confiaba en la pelirroja, la había visto disparar flechas, tenía talento, como si hubiese nacido con ese don, por lo que no se opuso al final.

────Tranquila, iremos por unos conejos, no nos alejaremos mucho. ────fue el de cabello Borgoña quién alivio la preocupación de su madre.

────Estaremos aquí en el atardecer, vendremos muy rápido antes de que te des cuenta. ────explicó Suyen, para luego cargar sus flechas en el carcaj.──── Vamos Tanjiro, esos conejos no se cazaran solos.

────¡Nos vemos Oka-san! ────se despidió al momento de colocarse al lado de la mayor.

Kie sonrió al verlos partir, pronto el sol ya estaba en la cima, solo era esperar a que vinieran sanos y salvos. Era esta actividad que más la espantaba, ya que Tanjiro y sus demás hermanos solo eran hijos de un carbonero, no de un cazador.

Por favor, vuelvan a casa.