Capítulo 1

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El comienzo

- Bien, ¿Qué se sabe a cerca de este hacker? - Habló el jefe del lugar ojeando un poco el expediente lleno de información recopilada por el equipo de hackers del lugar. - Es residente de Corea del Sur, no sabemos aún la ciudad, toda su información es privada y no hemos podido tener acceso a ella, tiene tanta seguridad que ni nosotros pudimos localizarlo, se hace llamar Girasol, es la única pista que tenemos hasta el momento, ha robado la información que tenemos sobre las pirámides del mundo, desde su creación hasta su función bloqueada que aún no hemos podido descifrar, tiene todo lo referente a las votaciones para presidente las cuales fueron saboteadas, ya saben para qué, cierta información que nos han compartido los del área 51 y aquellos contactos que la NASA ha recibido desde el año 1969, desde el día en que el primer hombre puso un pie en la luna.  Si esta información sale a la luz estamos muertos. -

- Una pregunta jefe, ¿Como dijo que se hacía llamar? - Preguntó Jungkook manteniendo el mismo semblante serio desde que llegó al lugar. 

- Girasol. - Respondió el mayor con la misma seriedad en su rostro y acciones.

- Gira gira tu calzón. - Comentó a la vez que comenzaba a reír golpeando la mesa con su mano. Todos los presentes se mantenían serios viendo la inmadurez del asiático, ni una sola persona había respondido a su broma de mal gusto, poco a poco el detective dejó de reír, retomando el aire, para así percatarse de que nadie en la sala se había reído con él. - ¿Entendieron? Girasol, gira...sol gira gira, de dar vueltas... su calzón... rima... da risa... ¿no?... a. - Se quedó callado bajando la mirada a las hojas que le había dado el mayor de la sala.

- Bien. - Retomó el jefe al mando. - Jungkook viajará solo a su país de origen y se encargará de dar con el Hacker, lo atrapará y traerá acá con nosotros para que reciba su castigo proveniente. -

- ¿Nadie lo acompañará? - Preguntó uno de los señores sintiendo algo de temor al dejar solo al chico.

- No, nadie, esa es su condición, como ya les había dicho cuando se presentó, él es un detective privado, trabaja por su propia cuenta. -

- No se trabajar en equipo. - Susurró Jungkook levantando la mirada de sus hojas. - Aparte de que no confío en las personas de aquí, he revisado sus perfiles y ninguno es apto para trabajar conmigo. - 

- ¿Cómo que ninguno es apto? ¿Acaso olvidas que estás trabajando con la CIA? - Preguntó con molestia el señor Benjamín

- Tu no cuentas señor pañal. - Habló el detective mientras se ponía de pie escuchando las risas de los presentes. - No quiero perder el tiempo, mi vuelo sale en unas horas y debo estar antes en el aeropuerto. - 

Sin más que decir caminó hacia la salida dejando a los internos de la CIA burlándose de su compañero.

~~~

Patinaje sobre hielo.

Algo que el joven Jungkook amaba ver, desde pequeño solía disfrutar las bellas presentaciones que televisaban, era un deporte no tan reconocido como él quería, como el fútbol soccer en Mexico o el fútbol americano en Estados Unidos, solía decirse a sí mismo que estas bellas presentaciones deberían tener mayor reconocimiento a lo largo del mundo, pero no a todos solía gustarle ver gente patinando y haciendo ciertas posiciones o acrobacias.

Una vez arribó a su país natal decidió comprar boletos para la semifinal estatal que se hacía en Seúl, la competencia anual estaba bastante cerca y el detective se encontraba realmente emocionado por esto. 

El estadio ya se había llenado, todos los amantes de esta competencia estaban presentes, por fin se darían a conocer los concursantes de la semifinal, ya que para escoger a los que pasarían a esta categoría solía hacerse de manera privada, porque el orgullo de la mayoría de los concursantes solía llegar a causar hasta suicidios por la razón de la presión social y física a la que se sometían. 

Las luces alumbraron la bella y pulida pista de hielo, luego de una corta pero emocionante presentación y bienvenida, comenzaron a pasar los concursantes, todos portando bellos vestuarios y contemplando al público y jueces con sus magníficas y elegantes presentaciones, todas dignas de pasar a la final. 

Jungkook estaba bastante emocionado, conocía a todos los bailarines que se habían presentado, era fan de esto desde que tenía memoria, así que ubicaba a todos los patinadores que se habían presentado a lo largo de su fanatismo. No fue hasta que un nuevo chico se presentó, uno el cual jamás antes había visto, si lo hubiera visto antes lo recordaría, esa belleza que impartía el joven no sería fácil de olvidar. 

Era delgado, su sedoso y suave cabello rubio lo hacía lucir un ángel, más al hacer ese bello contraste con su vestuario azul cielo y ese lindo hielo. Sus ojos, a pesar de la distancia, lograban deslumbrar al público con ese bello color verde, tirándole a tonos grisáceos, que le recordaban al detective las épocas decembrinas, con toda esa nieve y las luces navideñas que suelen adornar cada esquina. y que decir de esa piel lechosa realmente perfecta. Un chico que hizo suspirar a cada chica que ocupaba un asiento en ese lugar, provocó miradas de celos de varios presentes que llevaban a sus parejas, pero la reacción más llamativa fue la de Jeon Jungkook.

Sus ojos brillaron al instante en que lo vio, su boca quedó entreabierta y si no fuese por el frio en el lugar, se notaría que el sonrojo en sus mejillas y nariz habían sido provocadas por ese bello ser. Pero eso no fue todo, las pupilas del joven se dilataron al deleitarse con esa perfecta presentación que dio, el no bailaba con la música, la música sonaba para su baile, cada movimiento estaba tan perfectamente calculado, su cuerpo formaba bellas líneas, en brazos y piernas, las cuales lo hacían lucirse más que los concursantes pasados, cada giro, cada salto, todo estaba en perfecta armonía. Ni una sola persona pudo quitarle la mirada de encima. 

Y sin darse cuenta, aquella impecable presentación de bello ángel dio fin, dejando a muchos deseosos de mayor tiempo de baile de este bello y nuevo joven.

- Una bellísima melodía acompañada de este magnífico hombre. - Comenzó a hablar el presentador acercándose hacia el patinador artístico. - Este ha sido Park Jimin, bailando para nosotros Sinfonía número 40 del gran artista Mozart Asmodeus, un fuerte aplauso para nuestro último concursante. - Y así fue como el lugar entero se llenó de una bella lluvia de aplausos dedicada para este bello ángel. - Tendremos un pequeño descanso en lo que los jueces toman su veredicto, recuerden, de estos diez grandes patinadores, solo seis pasarán a la final, ¿Quiénes serán? - 

La luz se apagó dejando la pista a oscuras y a Jungkook deseoso por más de aquel chico, nunca se había sentido así.

¿Amor a primera vista? puede ser, ¿deleite para las pupilas del detective? tal vez, ¿un nuevo problema para la historia? definitivamente.

Lies on IceWo Geschichten leben. Entdecke jetzt