Capítulo 2

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Las apariencias engañan

El tan esperado anuncio de los que pasarían a la siguiente etapa por fin había llegado, todos los presentes en aquel frío estadio estaban ansiosos por saber los resultados, varios tenían a su favorito, en especial Jungkook, quería conocer a aquel nuevo chico jamás antes visto, aquel nombre no podía salir de su cabeza, Park Jimin, se sentía impaciente por buscarlo una vez terminaran de anunciar a los ganadores.

Su mirada estaba fija en ese bello chico que había llamado su atención, estaba tan sumergido en sus pensamientos que no se dio cuenta de que los ganadores ya habían sido anunciados, entre ellos, el bello chico rubio se encontraba, su sonrisa de felicidad hizo suspirar al detective, compartiendo su alegría con él.

- ¡Felicidades Park Jimin! ¡Eres un ángel! - Gritó Jungkook desde su lugar, llamando la atención de varios en el lugar, entre ellos el presentador y el rubio patinador que logró encontrar de donde provenía, haciendo contacto visual con el detective quien se mantenía de pie.

- Veo que tenemos un admirador del participante Park. - Habló con el micrófono aquel presentador provocando que las mejillas de Jungkook se encendieran en un fuerte rubor color carmesí, no solía tener tanta atención y cada que ocurría se ponía nervioso.

Una vez su mirada se cruzó con la de Jimin no pudo evitar sonreírle, grata fue la sorpresa cuando esta sonrisa fue reciproca, pero de una manera más... sensual. Jungkook tomó asiento ignorando las miradas de todos a su alrededor y simplemente vio como todos los participantes recibían un reconocimiento y algunas palabras extras antes del cierre.

~~~

El frio llenaba las calles de Seúl, todas las personas que caminaban por ahí estaban totalmente cubiertas de ropa invernal, las épocas decembrinas cada vez se acercaban más, la bella fecha en donde los coreanos solían festejar en pareja.

Una fuerte corriente de aire helado amenazó las calles provocando que todos los que asistieron a la semifinal corrieran a sus casas para resguardarse de la posible tormenta helada que estaba por aproximarse, todos a excepción de uno, Jungkook. Este estaba esperando ansioso por la salida de aquel chico, su rostro no podía salir de su mente, el rubio lo había atado sin intención.

Los minutos pasaron y el frio cada vez era más fuerte, aun así, el detective no se fue, sus ganas de conocer a ese chico se volvieron mayores. nunca cruzó por su mente investigarlo, simplemente olvidó por unos momentos a lo que se dedicaba.

El rubio salió un poco después, tenía bastante ropa encima, a causa del frío, entre esto un cubrebocas blanco gracias al clima, por lo cual era casi irreconocible a cualquiera en la calle, pero la ágil mirada de Jungkook logró observarlo a la distancia, rápidamente se puso de pie de aquella banquita en la que se hallaba sentado y se dirigió con este chico, quien al verlo ladeó su cabeza algo confundido, hasta se percató de quien era.

- Mi admirador. - Habló Jimin una vez este chico se puso de pie frente a él.

- Me reconociste. - Respondió Jungkook sintiendo como una sonrisa inconsciente se escapaba de sus labios, pero no se lograba ver a causa de su cubrebocas negro.

- Como no reconocer a un bello chico que gritó justo cuando todo el estadio estaba en silencio. - Rio ligeramente el rubio, levantó su mano para que el adverso la tomara en forma de saludo, pero antes de sentir la mano contraria percibió como algo suave chocaba con su mano, levantó la mirada para ver el cielo observando como pequeños copos de nieve comenzaran a caer. En cuanto el contrario tomó su mano lo jaló hacia el estacionamiento el cual estaba cubierto por un techo.

Jungkook se sorprendió ante esto, pero rápidamente le siguió el paso sin hacer una sola pregunta, simplemente estaba perdido al sentir su mano siendo tomada por ese bello chico.

- Entonces... - Volvió a hablar el rubio una vez estaban bajo techo. - ¿Soy un ángel para ti? - Sonrió ampliamente sintiendo sus propias mejillas sonrojarse, agradeció a su cubrebocas el que no se viera.

- Si... digo... no... ósea si, no literalmente claro, no puedes volar o cosas así, ya sabes, las alas y todo. - Iba a imitar el movimiento de unas alas, pero ahí se dio cuenta que su mano aún no había sido soltada, bajó la mirada observando las manos del chico totalmente al descubierto.

Negó con su cabeza y se quitó primero uno de sus guantes para así ponérselo al chico, quien se sorprendió ante esto e intentó quitar su mano.

- Hey. - Jungkook tomó más fuerte la mano del chico para que no se zafara. - Ve el frio que hace y tu sin guantes. -

- Pero tu te quedaras sin guantes y no se me hace justo. - Respondió el rubio intentando quitar nuevamente su mano, pero le fue prácticamente imposible, ya que el adverso tenía más fuerza.

- Tienes razón. - Respondió el chico y con su mano sin guante tomó la mano desnuda del adverso y metió ambas en el bolsillo de su chamarra.

- Muy cliché, ¿no crees? - Susurró el rubio riendo suavemente para seguido negar con la cabeza.

- Hey, pero te saqué una sonrisa, ¿no? - Sonrió el detective mirando fijamente los bellos ojos grisáceos del chico frente a él, a decir verdad, estaban bastante cerca.

- Tienes razón... Por cierto, ¿Cuál es tu nombre? -

- Jeon Jungkook, pero puedes llamarme, tu fan número uno. - Jimin volvió a reír ahora por esta frase

- Bien, fan número uno, debo irme o si no el autobús me dejará. - Sonrió y sacó su mano del bolsillo de aquel chico.

- Te llevo, tengo carro. - Comentó sonriente el chico señalando hacia el estacionamiento, solo había un carro estacionado, ya que todos los demás se habían ido a causa del frio. - No es ninguna molestia para mí, créeme. -

- Lo aceptaría abiertamente, pero nada me puede asegurar que no seas un secuestrador o violador. - Alzó suavemente sus hombros sin quitarle la mirada de encima.

- Oh vamos, ¿tengo cara de ser alguien malo? -

- Hay gente mala realmente apuesta. - Susurró el rubio a la vez que del bolsillo de su chamarra sacaba una pequeña pluma de tinta negra. - Pero dejaré que el destino escoja si eres indicado para acercarte a mí. - Tomó la mano del chico, la cual no traía guante y sobre la piel del dorso de esta anotó su número telefónico. - Úsalo con sabiduría. - Dicho esto lanzó un beso al aire, sacó de su mochila un paraguas para poder cubrirse de la nieve y comenzó a caminar lejos de ahí. Una vez estuvo a una distancia algo lejana se detuvo y volteó atrás observando al chico de pie quien no le quitó la mirada de encima. - Las apariencias engañan. - Gritó desde su lugar para luego volver a mirar al frente y caminar hasta que desapareció de la vista del chico.

Las apariencias engañan.

Se repitió internamente el detective antes de darse la vuelta y caminar hacia su coche.

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