Capitulo 6 - Malas Decisiones

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Jiang Cheng sintió la mirada de Lan Huan sobre su cuerpo, volvió a cerrar los ojos tratando de tranquilizar sus pensamientos, sintió como la cama se hundió, los largos dedos Xichen acariciaba sus cabellos, el toque era suave y se sentía tan íntimo; lo hacía sentir seguro y amado; era un imbécil, todo se estaba yendo a la basura, estaba perdido lo sabía.

¿Quieres hablar sobre lo que paso? – su voz era suave, y no escuchaba lastima, si no comprensión

Negó con la cabeza, pero tenía que decirle alguna explicación – Mis hermanos deben odiarme

Xichen vio el semblante triste de su amante – Estoy seguro de que no es así, conozco a tus hermanos, lo he visto sufrir por ti.

Es su fachada Lan Huan, yo nunca les he importado – y una pequeña lagrima cayo por sus mejillas – nunca le he importado a nadie

A mi si me importas – limpiando la lagrima de la pálida mejilla, acariciándola, sintió como su cuerpo comenzaba a calentarse, acerco el cuerpo más pequeño y devoro la dulce boca de Jiang Wanyin, la ropa comenzó a estorbarles, las caricias se volvieron más intensas, Lan Huan no sabía cómo había sido tan afortunado de encontrar a tan maravilloso ser...

Házmelo Xichen – dijo entre jadeos el menor, pues sentía como su piel comenzaba a hormiguear por la excitación.

Fue la primera vez que Lan Huan fue tierno, beso cada centímetro de su cuerpo, con tanta entrega que sentía que sus almas se conectaban, y cuando fue invadido por el miembro de este hombre sintió que nunca más iba a poder sentir placer con otra persona; y más lagrimas cayeron por sus mejillas, pero estas eran de felicidad porque por primera vez se sintió amado.

A la mañana siguiente se despidieron con besos y caricias, Wanyin prometió llamar si sucedía algo, parecía que habían encontrado el engrane que le faltaba a la relación; que tonto era Lan Huan; lo supo apenas regreso por la noche, todo estaba a oscuras, había intentado comunicarse al salir del trabajo, algo simple, solo quería saber si quería que comprara algo específico para comer, pero el teléfono estaba fuera del área, sintió una opresión en su pecho y apresuro su vehículo; no lo vieron salir, pero era obvio que se había ido; sus cosas no estaban, y dejo las tarjetas de crédito y el celular que le había comprado; con amargura lo estrello contra espejo en la pared, y soltó un grito de frustración, miraba rojo de la ira, camino con desesperación por aquella habitación; pero no tenía un maldito lugar donde encontrarlo; sabía que cuando Mingjue esa mañana le dijo toda la verdad sobre Wanyin, debió regresar de inmediato al apartamento, pero si que era un gran imbécil, creyó haber logrado una conexión con el chico, creyó que podía querer una vida diferente... dejo salir otro grito de enojo, tiro más cosas, miro la ventana y recordó la conversación con su amigo.

¿Lo sabias verdad? – fue lo primero que dijo Xichen esa mañana cuando entro a la oficina de su amigo Mingjue, el hombre solo sonrió, la verdad era un cínico.

- ¿De que estas hablando hermano Xichen?

-No quieras burlarte de mí – respondió sonriendo, pero sus ojos era como navajas

-Querías saber si tenía pareja y donde encontrarlo y lo hice, Xichen que más esperabas de mi –

-Sigues siendo un maldito bastardo, no sé porque insisto en ser tu amigo –

-Porque soy el único que te conoce; creí que era algo pasajero lo del chico, no imagine que te interesara su historial familiar, es especial, porque a el mismo no le importa su antigua vida

En eso Mingjue tenía razón; Jiang Cheng no quería saber en absoluto nada de los Jiang y sus hermanos – Ahora me lo vas a decir todo, no quiero que me ocultes nada

La Decadencia del LotoWhere stories live. Discover now