VEINTICUATRO

1 1 0
                                    

~*~

Pasaron los días, casi una semana en que el contacto entre las dos familias se detuvo, solo la tía Mina llegaba algunas noches con saludos de parte de la señora Wang para Jinyoung, a los que solo correspondía con una sonrisa.

El ambiente en la casa se volvió extraño, ninguno de los primos ponía un pie fuera de ella, Youngjae con la excusa de sanar su hombro y Jinyoung, su tobillo. No recibían visitas tampoco. Solo los tres mirándose las caras a diario, o al menos así fue los primeros días, ya que después de descubrir la pequeña colección de Youngjae, los tres pasaban cada tarde inmersos en los libros.

‒ Tengo hambre, preparemos algo para comer, lo que sea, incluso puede ser un queque, aunque no sé cómo se maneja el horno de esa cocina ‒ Beom miró a su primo quien no apartó la vista de su libro.

‒ Olvídalo, tampoco sé cómo funciona, nunca he cocinado, mejor esperamos a que llegue mi padre ‒ Beom lo miró con reproche, realmente se moría de hambre.

‒ Hagámoslo, de alguna manera encontraremos la forma de que funcione ‒ Beom miró a su hermano con sorpresa, sabía que de los dos él era el que más tiempo pasaba en la cocina y ocasionalmente aparecía en su habitación con una porción de sus creaciones, pero lo había olvidado, ya hacía mucho tiempo de eso.

‒ ¿Estás seguro de que puedes hacerlo? ‒ Jinyoung sonrió orgulloso, indicativo de que no se daría por vencido hasta lograr algo.

‒ Pruébame ‒ le guiño un ojo antes de conducirlo a la cocina.

Youngjae por su parte, continuó con su lectura ignorando la conversación, hasta que comenzó a oír sonidos extraños venir desde la cocina y no pudo seguir ignorándolos.

Cuando entró en ella la encontró hecha un desastre. Había harina y cascaras de huevos esparcidas hasta en el piso, contó cerca de cuatro recipientes manchados con una sustancia viscosa de composición desconocida, Beom tenía harina en el pelo y Jinyoung en las mejillas. Por un momento le pasó por la mente que habían tenido una pequeña guerra, pero ambos parecían tan expectantes al horno que lo descartó por completo.

‒ ¿Qué pasó aquí? ‒ los hermanos se sobresaltaron al oír la voz junto a ellos.

‒ Las cosas se vuelven realmente difíciles sin tecnología ‒ Jinyoung miró a Beom con una sonrisa cómplice.

‒ Pero definitivamente tenemos que dejar todo limpio antes de que llegue el tío si no queremos que le dé un ataque y nos eche de la casa ‒ Beom miró a su alrededor apreciando el desastre que dejaron.

Ambos comenzaron a limpiar, Jinyoung lavaba y Beom barría bajo la atenta mirada de Youngjae. Realmente hacían un buen equipo motivando a Youngjae a ayudar de alguna forma, finalmente decidió guardar los utensilios para que la cocina quedara ordenada.

‒ Está saliendo olor a quemado ‒ comentó Youngjae provocando que los hermanos se apresuraron a corroborar el estado del queque, pero al abrir el horno este bajó, reflejando decepción en el rostro de ambos.

‒ Espero que al menos haya quedado sabroso ‒ Beom hizo un puchero.

.......................................................

Cleo cada día caminaba por la orilla del lago. Las hojas de los árboles poco a poco perdían el verdor tomando diferentes matices entre amarillo, naranjo, rojo y marrón; ciertamente el otoño había llegado y con él, el viento que enfriaba su mente y la despejaba, para ella esa era la mejor terapia. Afortunadamente no había vuelto a ver al hombre que le quitaba la calma, sentía que su confusión se disipaba.

Caminar así le había devuelto la calma y los buenos recuerdos. Aquello era lo que necesitaba, dejarse inundar por pensamientos que le reafirmaban su amor por Youngjae, salir cada día de su casa para alejarse de la insistencia de su madre, de la presión de su familia y su responsabilidad como primera heredera.

Continuó caminando hasta llegar al muelle donde se sentó a contemplar la magnificencia de la montaña. El sol cada día era menos cálido, pero eso no evitaba que pasara tardes completas solo respirando profundo, mientras veía a las aves migrar al sur ¿Qué había más allá? Nunca se había cuestionado sobre ello, siempre se conformó con su vida en la comarca, pero ahora se lo preguntaba ¿de dónde venían aquellos jóvenes? ¿cómo era su vida en la ciudad? ¿Qué tan distinto eran los paisajes? ¿crecían los mismos árboles? En ese momento por primera vez deseó poder salir de la comarca y ver más allá.

Quizás antes de casarse debía al menos una vez viajar, solo para conocer cómo era la vida fuera de la comarca.



.................................^w^ ............................... 

La comarca detenida en el tiempo [fanfic]Where stories live. Discover now