‒Hoy vi a mi madre darle un beso a mi padre, pero no era el mismo beso que suele darnos‒ su amigo quitó la vista de su cuento para mirarla con curiosidad.
‒¿A qué te refieres? ‒ dejó su libro de lado para poner total atención a su amiga.
‒No sé cómo explicarlo ‒dijo confusa ‒pero puedo demostrarte cómo fue‒ Se acercó a su amigo tomándolo de las mejillas, quien continuaba mirándola curioso siguiendo con la mirada cada movimiento ‒Separa un poco tus labios y cierra los ojos‒ El pequeño obedeció sin peros.
Cleo se acercó lentamente a su amigo hasta atreverse a juntar sus labios con los ajenos, ambos se quedaron inmóviles sin saber que hacer a continuación, hasta sentir que la humedad comenzaba a escurrir por sus comisuras. En un acto instintivo, Cleo movió sus labios hasta lograr succionar el tibio líquido que se generaba entre ellos, acto que hizo retroceder a su amigo.
‒Eso fue asqueroso, cómo puedes tragarte mi saliva ‒dijo sin medir consecuencias.
Desde ese día Cleo no quiso acercarse a ningún hombre nunca, excepto aquel que la había hecho sentir avergonzada y la había hecho creer que hizo algo mal.
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La comarca detenida en el tiempo [fanfic]
FanfictionUna gran amistad puede ocultar un gran amor... Pero ¿Cuándo es el momento indicado para confesar nuestros sentimientos? Quizás, cuando sentimos que ya no podemos respirar si no estamos con esa persona, incapaces de ocultarlo... Tal vez, después de...