Capítulo 45: Sospechas.

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Capítulo 45: Sospechas.



[Narra Edward]

Había conseguido distraer a TN_________ la mayor parte de la noche, la discusión de sus padres le había afectado y no necesitaba sumar más preocupaciones a su estado actual, solo debía concentrarse en acostumbrarse a su nueva vida.

—Se siente raro decir buenos días al amanecer, no dormir, ni sentir la sensación de somnolencia por la mañana. No necesitar remolonear. — hizo una pausa mientras fingía estirarse en la cama. — Todo esto. — TN_______ se quedó mirando al techo pensando en lo mucho que echaba de menos dormir.

—Te acostumbrarás. Con el tiempo te adaptas a todo esto, y yo estaré aquí para ayudarte. Ya lo sabes. — dije acariciando su pelo.

Dejar de desear su sangre humana había sido un gran alivio desde su transformación, ya no tenía que controlarme, ya no era el frágil cuerpo humano de antes, sino una fuerte neófita. Seguía sin estar de acuerdo a su pronta transformación, pero no había quedado más remedio. Pero, aun así, que para mí fuera más fácil desde que era como yo y que su vida se complicara por momentos no era lo que quería para ella.

—Deberías bajar a desayunar. — besé la frente de mi compañera.

—Me va a sentar mal...— suspiró abrazándose a mí.

—Lo sé, pero haz el esfuerzo por ellos. Yo te esperaré aquí. — le di un par de golpecitos en la espalda esperando que se levantara. Abajo ya se escuchaba movimiento.

TN__________ salió de la habitación en pijama y bajó más rápido de lo que una persona humana lo haría, pero solo yo en esa casa podía percibirlo sin siquiera verlo. Esperar se hacía eterno por pocos minutos que fueran, por suerte, paciencia era mi segundo nombre, o eso decían mis hermanos.

Estaba inspeccionando su habitación cuando escuché voces provenientes de la cocina y me concentré para escuchar. Sus padres discutían y ninguno de los dos se quedaba atrás con sus reproches. TN_______ solo pensaba en lo culpable que se sentía. Pero lo que más llamó mi atención era como en la mente de su padre resonaban las palabras de su hija "no sé cómo la aguantas", una y otra vez. No estaba equivocado, necesitaba sacarla de ahí.



[Narra TN________]

Nunca les había visto, mucho menos a mi padre. Su comportamiento me estaba desconcertando completamente, ese no era mi padre. No le reconocía.

Sonó el timbre y mi madre se fue derecha a abrir.

—Buenos días Molly. — escuché la voz de Edward.

¿Qué hacía? Habíamos quedado en que subía después de desayunar y me esperaría arriba.

—Buenos días Edward. Pasa, pasa. — mi madre fingía una sonrisa.

—Vengo a por TN______, habíamos quedado para desayunar con mis hermanos. Alice y Jasper están esperando en el coche. — Edward sonreía gentilmente.

—¿De verdad? No lo recordaba. — solté sin pensar. — Ya he desayunado. Casi. — dije mirando mi plato de tortitas casi vacío y los dos sorbos de zumo que me quedaban.

—Bueno, si quieres, puedes acompañarnos, aunque hayas desayunado. — la mirada de Edward era extraña, estaba claro que sería que le acompañara a algún lado.

—Claro, ve con ellos y te despejas. Hace buen día. — dijo mi padre.

—Me cambio y bajo. — salí en dirección a la habitación caminando lo más normal posible.

Una vez cambiada me senté en la cama esperando que pasara un rato, tratando de pensar cuanto tiempo sería lo normal, porque nunca antes había tenido que cronometrarme.

—Ya estoy, ¿nos vamos? — todos me miraron al entrar a la cocina.

—Sí, empiezo a tener hambre. — comentó guiñando un ojo de forma juguetona.

—Pasadlo bien chicos. — se despidió mi madre tratando de sonreír nuevamente.

Durante el trayecto a la casa de los Cullen, Alice no paró de hablar tratando de distraerme de la extraña actitud de Edward, el cual no había hablado en todo el camino.

—No me encuentro bien. — dije un poco mareada.

—Normal, has comido demasiado y ahora... — comenzó a decir Jasper.

—Mi madre no paraba de ponerme tortitas en el plato. — le reproché.

—Vamos te acompaño al baño. — Alice me tomó del brazo y me arrastró al baño mientras Edward desaparecía escaleras arriba.

—Carlisle, tenemos que hablar. — le escuché decir justo antes de la primera arcada.

Cuando salí del baño junta a mi amiga Edward y Carlisle nos esperaban apoyados en la pared del pasillo.

—Necesitamos hablar con TN________, ahora volvemos Alice. — dijo Carlisle serio. Edward y yo le seguimos al exterior de la casa.

Me quedé mirándoles esperando una explicación por su parte. Ambos se miraron entre sí antes de que alguno comenzara a hablar.

—Edward y yo vamos a pedirte que confíes el nosotros y nos hagas un favor sin que nos preguntes por qué hasta que lo hagas. Necesitamos tu ayuda para comprobar algo. — dijo Carlisle, su boca sonreía levemente pero su mirada estaba seria, casi podría decir parecía un poco desconcertado.

Asentí esperando que me dijeran qué necesitaban, miré a Edward y su cara de póker seguía impasible, imposible de descifrar.

—Bien, me gustaría que te acercaras a Rosalie y la mires a los ojos. Después, sin apartar la vista de sus ojos dile que te gustaría ir de compras. — añadió el mayor.

—¿Perdona? ¿Me estáis pidiendo que le sugiera a Rosalie que venga de compras conmigo? — retrocedí un paso para mirarles bien. — Me va a decir que no. Obviamente.

Después de que me cansara de que trataran de convencerme de que no haría el ridículo, me rendí y entré en la casa en busca de la rubia. Sentí como Edward y Carlisle me seguían.

—Rosalie, ¿podemos hablar? — le pregunté desde lo lejos sonriéndole. Ella estaba apoyada en la estantería con un libro en las manos.

—¿Qué quieres? — soltó mirándome con mala cara. — Quita esa sonrisa, te tolero porque eres mejor de lo que pensaba. Pero no somos amigas.

—Aún. — añadió Emmett desde el sillón. Ella se giró fulminándole con la mirada. Lo que me hizo gracias porque Edward me había contado que después de mi transformación Rose había dejado caer que yo le empezaba a caer bien. Sonreí tontamente.

—Rosalie. — la llamé mientras me quedaba extrañamente cerca de ella. La miré a los ojos intensamente. — Me gustaría ir de compras.

—¿Quieres que vayamos a Port Angeles? Allí hay varias tiendas de ropa decentes. — contestó amablemente.

—Espera, ¿qué? — no cabía en mi sorpresa.

—Pues eso, si quieres que vayamos. Aún es pronto y podemos pasar allí la tarde. — contestó Rosalie tranquilamente.

Me giré en busca de las risas de los presentes, porque lo que parecía era que Rosalie trataba de quedarse conmigo, pero no. Solo me encontré con la cara de sorpresa de los tres que nos miraban atónitos.

—Lo sabía. — susurró Edward ladeando la boca divertido. Parecía complacido con el resultado, pero Carlisle no tanto, a la vez que Emmett nos miraba a unos y otros confundido.

Mientras Llueve *(Edward Cullen)* [TERMINADA]Where stories live. Discover now