Capítulo 4

672 99 53
                                    

 El ruido irritante de mi alarma me despertó la mañana siguiente. Ayer había sido brutal, no había descansado lo suficiente para nada.

Toda la noche las palabras de Bakugou volvían a mi mente.

¿No tenía otra opción verdad? No quería que lo dijese con esas palabras, pero era la mejor opción ¿no? Ahora todos estarían seguros que no hay nada entre nosotros.

Sin embargo, la facilidad con la que habló me sorprendió. Fue tan sencillo despreciar la idea de que tengamos una relación, fue tan rápido. ¿Era realmente necesario decirlo así?

Respiré profundamente una vez más antes de levantarme de mi cama de una vez por todas.

¿Qué sucedía conmigo?

Me encontraba super delicado ¡Tenía que ser más hombre! Antes no me habría preocupado por unas cuantas palabras rudas por parte de Bakugou.

"Antes estabas seguro que él te amaba" me aseguró una pequeña voz dentro de mí.

La voz me perturbó porque no tenía con qué contradecirla.

"¡No es así!" volví a decir con fuerza, depositando confianza en el chico al que yo amaba. Convencerme de Bakugou nunca me haría daño intencionalmente era mi consuelo, sabía que era alguien importante para el rubio.

Me apuré en vestirme para dejar de pensar negativamente, tenía que empezar a controlarme, hay todo un día que enfrentar hoy.

A penas salí fuera de mi habitación me preocupé de que Bakugou no me estuviera esperando, por lo que fue extremadamente relajante verlo apoyo contra la pared como siempre.

"Estamos bien" me aseguré con una sonrisa al ir a saludarlo.

No tuve mucho tiempo para estar con él nuevamente porque se nos estaba haciendo tarde, así que teníamos que ir con prisa. Lamentablemente no parecía que íbamos a tener un tiempo para nosotros dos solos hoy tampoco.




Ya en el final del día me encontraba más preocupado que al principio, si eso es posible, así que me había decidido a correr para despejar mi mente.

Durante todo el día Bakugou se comportó extraño.

Desde el momento en qué nos encontramos en el pasillo se lo veía tenso. Intenté imaginar que, al igual que yo, aun le estaba dando vueltas a la situación de anoche y al problema de no poder estar juntos. Pero, en el instante que bajamos del ascensor y nos encontramos con los demás pareció suspirar de alivio.

¿Bakugou? ¿Suspirar de alivio? ¿Al ver gente? Eso sí es raro.

Al pasar las horas ese comportamiento singular continuo. Parecía estar buscando estar con los demás, no que fuera algo malo, pero si inusual. Participando más que de costumbre en las conversaciones, se lo veía más relajado hablando con ellos que conmigo.

Durante cada descanso parecía buscar deliberadamente algún lugar para sentarse lejos de mí, y su distancia, me dolía.

¿Qué ocurría? ¿En qué momento las cosas comenzaron a torcerse así? O puede ser que, ¿siempre han sido de esta forma y no me había dado cuenta?

Siempre creí que Bakugou me necesitaba en su vida, como yo la necesitaba en la mía. Pero, no parecía ser así. De alguna manera, me había obligado a verlo de esa forma.

Él cada vez parece estar más cómodo con los demás, yo soy incensario. Verlo más abiertos con los demás siempre me ha alegrado, al verlo feliz yo me siento el doble de feliz. Pero, está emoción es distinta.

Más Allá del ComienzoWhere stories live. Discover now